Los ‘pájaros espía’ de la Guardia Civil contra el crimen organizado
El Ministerio del Interior y Vigilancia Aduanera encargan 11 drones a una empresa gallega para luchar contra la delincuencia | Los dos del instituto armado tendrán aspecto de ave para no ser detectados
El crimen organizado se vale cada vez más de alta tecnología para cometer sus delitos y evitar la detención. Las fuerzas de seguridad también, pero en su caso para impedir una cosa y que sea más fácil la otra. El último paso en esta carrera sin fin lo ha dado ...
El crimen organizado se vale cada vez más de alta tecnología para cometer sus delitos y evitar la detención. Las fuerzas de seguridad también, pero en su caso para impedir una cosa y que sea más fácil la otra. El último paso en esta carrera sin fin lo ha dado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que adquirirá, por 108.000 euros, dos vehículos aéreos no tripulados, los popularmente conocidos como drones, con una peculiaridad: ambos tendrán aspecto de pájaro para facilitar su camuflaje, según la documentación del concurso público iniciado en junio por el Ministerio del Interior y que ha sido resuelto recientemente.
La empresa que los fabricará, Aeromedia UAV, con sede en Oleiros (A Coruña), da empleo a entre 22 y 30 personas. Fue creada en 2012 cuando “no había ni legislación” que regulara el uso de las aeronaves no tripuladas, explica a EL PAÍS su director, Aquilino Abeal. La compañía acumula una amplia experiencia en construir drones para emergencias y también en cetrería robótica, es decir, en diseñar aparatos con apariencia de aves para espantar pájaros en aeropuertos o almacenes portuarios de pescado. Aeromedia UAV ha fabricado modelos con forma de azor para proteger las piscifactorías de Ecuador o ahuyentar estorninos de plantaciones agrícolas de Extremadura.
El pliego de condiciones del concurso convocado por Interior no especifica a qué especie de pájaro se deben parecer los dos drones para la Guardia Civil. Eso sí, las aeronaves medirán un máximo de un metro de largo y la envergadura no superará los dos metros. Incluirán dos cámaras de videovigilancia inteligente que permitan reconocer matrículas de automóviles desde, al menos, 180 metros; personas a 280 metros y vehículos ligeros a 680 metros. Una cámara termográfica facilitará captar la presencia humana tanto de día como de noche gracias al contraste entre la temperatura ambiente y la corporal. Estas imágenes serán enviadas al instante al agente que controle desde tierra el dron.
Además, estas aeronaves podrán ser dirigidas a una distancia de hasta 10 kilómetros, alcanzarán una velocidad de 80 kilómetros por hora y sus motores, eléctricos, serán silenciosos para “operar cerca de los objetivos sin ser reconocidos”. Los drones, con un peso máximo de 3,5 kilos, deberán contar con “robustez” suficiente para aguantar el mal tiempo y posibles impactos, por lo que estarán fabricados en kevlar (un material ligero y de alta resistencia con el que se fabrican, por ejemplo, los chalecos antibalas) u otro “superior”.
También deberán tener una autonomía de vuelo mínima de 50 minutos y “capacidad de despegar y aterrizar en cualquier tipo de terreno”. Fuentes de la Guardia Civil apuntan que se usarán donde los métodos tradicionales de vigilancia no se pueden emplear, como el espionaje de un encuentro entre sospechosos en una finca privada a la que no se pueda acceder por tierra.
En la última década todos los cuerpos de seguridad, incluidas las policías locales, emplean drones para diversas tareas. Aeromedia UAV ha ganado recientemente otro concurso público, por 80.000 euros, para suministrar nueve aparatos al Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria y formar a los funcionarios en su manejo.
Vigilancia Aduanera contaba hasta ahora con 17 de estas aeronaves no tripuladas, que utiliza desde 2018. Fuentes de la Agencia Tributaria señalan que son utilizadas “en operaciones de lucha contra el contrabando en general” y, en especial, “contra el narcotráfico y, muy especialmente, la detección de plantaciones de marihuana, dada la proliferación exponencial de estos lugares que generan fuentes importantes de calor, lo que permite la detección por cámaras térmicas que van integradas en los dispositivos”.
Los últimos nueve drones irán destinados a Galicia, cuyas costas y rías, muy quebradas, los hacen especialmente útiles para apoyar a los medios aeronavales de Vigilancia Aduanera. Fuentes de este organismo admiten que las imágenes que están obteniendo con los drones aún no se aportan a los jueces. “Más que un medio de prueba, se están utilizando para investigación policial, en diligencias de seguimiento y vigilancia”, aclaran.
Pero no todo es lucha contra el crimen. Aeromedia UAV colabora con la agencia gallega de emergencias de la Xunta y los servicios de extinción de incendios. César Ortega, responsable de emergencias de la compañía, explica que los aparatos realizan tareas que evitan que los agentes corran riesgos. Sus cámaras llegan a veces donde el ojo humano no alcanza y permiten proseguir los rastreos por la noche cuando los medios aéreos no pueden volar.
Ortega recuerda el rescate nocturno de una anciana desaparecida en una zona rural de Galicia que fue hallada gracias a la cámara termográfica de uno de sus drones. La mujer se había caído dando un paseo y permanecía oculta entre las zarzas a solo 15 metros de un camino por el que habían pasado varias veces los equipos de búsqueda. Estaba acurrucada y aterida de frío. No podía hablar, pero levantó la mano al oír el zumbido del aparato y este la localizó al registrar el contraste entre la temperatura ambiente y esa parte de su cuerpo que acababa de destapar.
“En los incendios, la cámara térmica ve a través del humo y da mucha información al personal de extinción sobre el perímetro del fuego o la localización de núcleos amenazados”, explica Ortega. Para salvamento marítimo, los drones llevan megafonía incorporada y flotadores. En Angola, la compañía gallega ha realizado trabajos de topografía en una zona selvática plagada de minas antipersona.
La aplicación de los drones se ha ido ampliando desde que Aeromedia UAV nació. Al principio, sus contratos eran casi todos con el sector audiovisual. Sus aparatos, que ahora usará la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, sobrevolaron antes las cabezas de narcotraficantes en los rodajes de series de televisión como Fariña o Vivir sin permiso. Ahora lo harán sobre las de delincuentes reales.