La escenografía de una Monarquía moderna, cercana y con futuro
La Zarzuela aprovecha el mensaje de Felipe VI para impulsar la imagen de la familia real
La producción del tradicional discurso de Nochebuena es una ocasión para que la Casa del Rey proyecte la imagen de la familia real a los hogares de millones de españoles, y se cuida hasta el último detalle. Este año, el mensaje se ha grabado en una sala del palacio de la Zarzuela contigua al Salón de Audiencias. Lo más clásico es la silla donde se sienta el Rey (vestido con traje azul, corbata y camisa blanca) en el centro de la estancia, las figuras del Nacimiento y el árbol de Navidad. Las mesas son de cristal, la lámpara moderna, y sobre las paredes de color claro cuelgan dos obras de arte ...
La producción del tradicional discurso de Nochebuena es una ocasión para que la Casa del Rey proyecte la imagen de la familia real a los hogares de millones de españoles, y se cuida hasta el último detalle. Este año, el mensaje se ha grabado en una sala del palacio de la Zarzuela contigua al Salón de Audiencias. Lo más clásico es la silla donde se sienta el Rey (vestido con traje azul, corbata y camisa blanca) en el centro de la estancia, las figuras del Nacimiento y el árbol de Navidad. Las mesas son de cristal, la lámpara moderna, y sobre las paredes de color claro cuelgan dos obras de arte contemporáneo (de Sarah Grilo y Ràfols-Casamada), junto a una bandera española y otra europea. La imagen es luminosa y da sensación de modernidad.
La fotografía a la derecha de Felipe VI muestra a la Princesa de Asturias y a la infanta Sofía caminando con otros jóvenes por El Hayedo de Montejo de la Sierra (Madrid), en su primer acto sin los Reyes. A su espalda hay fotos de diferentes momentos de su vida: una imagen de la familia real durante el verano de 2015 en el palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, y otras de intervenciones del Rey ante la Asamblea General de Naciones Unidas y ante el Parlamento Europeo.
Tras el discurso, mientras suena el himno nacional, se muestran en pantalla fotografías de distintas actividades de los Reyes a lo largo de este año: don Felipe y doña Letizia saludando a los vecinos de Fuendetodos (Zaragoza), en el 275º aniversario del nacimiento de Goya; con las víctimas del terrorismo, en un acto de homenaje el 11 de marzo; en la despedida de los atletas olímpicos antes de partir hacia Tokio; ante la fachada recuperada del Obradoiro, en el Año Santo prolongado por la pandemia; y con familias afectadas y evacuadas por la erupción del volcán de La Palma. Otras dos imágenes ponen de nuevo el foco en sus dos hijas: Leonor, en su primer acto oficial en solitario, en la sede del Instituto Cervantes; y Sofía, en su primer acto institucional sin su hermana, en el desfile de la Fiesta Nacional.
El mensaje que quiere transmitir La Zarzuela con estas imágenes es obvio: la española es una Monarquía moderna, cercana a la gente —tanto en las catástrofes naturales como en los triunfos deportivos—, y con futuro. Un futuro que representa la Princesa de Asturias, heredera de la Corona, pero también su hermana. El pasado, Juan Carlos I, ha quedado atrás.