Feijóo pide “sosiego” a Casado, pero él se reafirma: “¿Tenemos que callarnos?”
El líder del PP defiende ante el barón gallego la escalada de agresividad en su discurso
El presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, recibió este viernes al líder de su partido, Pablo Casado, con la agresividad disparada en su estilo de oposición y con el Congreso de los Diputados sumido en la bronca y la crispación. En un acto en Abegondo (A Coruña) ante alcaldes y portavoces municipales de la provincia, Feijóo le tenía reservada una instrucción al respecto. “El gran reto que tienes tú hoy es llevar la responsabilidad, la ser...
El presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, recibió este viernes al líder de su partido, Pablo Casado, con la agresividad disparada en su estilo de oposición y con el Congreso de los Diputados sumido en la bronca y la crispación. En un acto en Abegondo (A Coruña) ante alcaldes y portavoces municipales de la provincia, Feijóo le tenía reservada una instrucción al respecto. “El gran reto que tienes tú hoy es llevar la responsabilidad, la serenidad y el sosiego a la política española”, exhortó a Casado durante su discurso. El mensaje no caló. “¿Tenemos que callarnos?”, se defendió el aludido en su posterior intervención. “No caigamos en esa trampa, vamos bien”, añadió presumiendo de un ascenso en las encuestas.
La visita de Casado a la tierra de la “política serena y sosegada”, un caso de “exotismo en la política española” en boca de Feijóo, no ha logrado enfriar el verbo del líder popular. Los ataques a la vicepresidenta económica, la coruñesa Nadia Calviño, han arreciado. La llamó “defraudadora fiscal”, porque asegura que compró su casa, una “mansión de 300 metros cuadrados”, utilizando “una sociedad instrumental con dos testaferros”. En respuesta a estas descalificaciones, fuentes de Moncloa citadas por Efe han asegurado que la “solvencia económica de la vicepresidenta está más que demostrada”, por lo que cualquier acusación en este sentido “pincha en hueso, aquí y en el extranjero”.
Casado ha calificado a Calviño como “la ministra de Economía más incompetente de toda la historia de España”. Y le ha anunciado que seguirá responsabilizando a los Gobiernos socialistas de la Comunidad Valenciana y Baleares de sendos casos de abusos sexuales a menores pese a los reproches que ella le brindó en privado. “Voy a llegar hasta las últimas consecuencias” para que en España “un niño no sea apedreado por hablar castellano” y “una niña no sea prostituida bajo la tutela de un gobierno autonómico”, ha llegado a afirmar Casado. El PP que él dirige, añadió, es “la voz de los más débiles y abandonados por los poderosos”.
Estas palabras del líder de los populares fueron la respuesta al alegato de Feijóo contra la bronca y la “tirantez permanente” y a favor de la “reflexión” y la “tranquilidad”. “Nada tiene de revolucionario la crispación en la que quieren instalarnos el resto de formaciones políticas españolas. Lo verdaderamente revolucionario es la serenidad”, subrayó el barón popular, quien dirigiéndose directamente al presidente del PP, prosiguió: “La solución es una política serena, sosegada y reflexiva como la que hacemos en Galicia. Por eso, Pablo, yo te invito no solamente a que vengas a Galicia, sino a que mires a este córner de Europa”.
Tras escuchar a Feijóo, Casado no ha ahorrado justificaciones sobre su tono de oposición. Ha acusado a “algunos” medios de comunicación de intentar “acallarlo”. La dureza de su discurso la ha atribuido a que a Sánchez “no le da la gana” de aceptar sus propuestas y ofrecimientos de acuerdo y “la gente no puede más”. “¿Qué puede hacer el PP?”, se preguntó. “¿Subrogarse a la disciplina sanchista?”. El dirigente popular recordó a Feijóo que antes de llegar al poder él también ejerció una oposición “firme” a la Xunta bipartita de PSdeG-PSOE y BNG. En aquellos tiempos, aunque Casado no lo mentó, el partido del ahora presidente del Gobierno gallego solía dirigirse al entonces presidente socialista, el austero Emilio Pérez Touriño, como “el sultán de Monte Pío” [en alusión al nombre de la residencia presidencial] y decía de él que era “adicto al lujo”.
No fue Feijóo el único que se lanzó a brindarle consejos al presidente del PP en su visita a Galicia. Hasta José Antonio Santiso, un histórico alcalde del PP en Abegondo y exconsejero de Manuel Fraga, se atrevió a hacerle una recomendación como “cinturón negro de jiu-jitsu”. En esta arte marcial japonesa, le contó Santiso, “cuando viene de frente el enemigo, se esquiva un poquito y se espera el momento de empujarle y hacerle que sufra lo suficiente”. El regidor se ha jactado ante Casado de que con esta receta ha barrido de la corporación municipal a PSOE y BNG, y en la oposición solo quedan unos independientes “que también querrían estar en el PP”. Feijóo no ha dudado en despedir al líder de su partido con esta frase: “Si quieres un lugar para la reflexión política, mejor que este me temo que no lo vas a encontrar”.