Moreno Bonilla y Fernández Mañueco se resignan a ir a elecciones con la crisis en el PP abierta

Los barones no alterarán fechas por la pugna entre Ayuso y Casado

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en el palacio de San Telmo, sede del Ejecutivo andaluz, en Sevilla.PACO PUENTES

“Vamos a ir a unas elecciones con una guerra latente”, reconocen fuentes del entorno del presidente andaluz, el popular Juan Manuel Moreno. El conflicto interno por el poder del PP de Madrid que enfrenta a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso no tiene visos de solución a corto plazo, y el presidente de la Junta empieza a resignarse al hecho de que quizá se presente a los comicios con la crisis abierta.

Algo parecido le ocurre al jefe del Ejecutivo de Castilla y León,...

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“Vamos a ir a unas elecciones con una guerra latente”, reconocen fuentes del entorno del presidente andaluz, el popular Juan Manuel Moreno. El conflicto interno por el poder del PP de Madrid que enfrenta a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso no tiene visos de solución a corto plazo, y el presidente de la Junta empieza a resignarse al hecho de que quizá se presente a los comicios con la crisis abierta.

Algo parecido le ocurre al jefe del Ejecutivo de Castilla y León, el también popular Alfonso Fernández Mañueco, en el caso de que decida finalmente adelantar el fin de la legislatura en esa comunidad. El congreso del PP madrileño debe celebrarse en el primer semestre de 2022, y el posible adelanto de las elecciones en Andalucía y Castilla y León planea sobre las mismas fechas. Ninguno de los dos barones populares piensa alterar su calendario por la pugna madrileña, pero sí preferirían una solución antes de la cita en las urnas, algo que cada vez parece más difícil.

Moreno no va a estar pendiente del calendario de congresos de la formación ni de los daños colaterales de la gresca interna para determinar la fecha. “Andalucía es mucho más importante que todo eso. No se puede olvidar que el PP ha conseguido el cambio después de 40 años”, afirman fuentes próximas al dirigente andaluz. Su equipo recuerda que para los comicios regionales aún quedan bastantes meses. Moreno acotó la semana pasada a “junio u octubre” la posible fecha de la convocatoria. Si se decanta por la primera posibilidad, la convocatoria, en abril, y la campaña coincidirían con el congreso del PP de Madrid, para cuya presidencia, de momento, solo se ha postulado Ayuso. Conscientes de que la batalla interna ya se ha dejado notar en las encuestas, las fuentes consultadas, sin embargo, confían en que el interés electoral prevalezca y cesen las hostilidades en ese período. “Una vez que se convoquen las elecciones, lo lógico sería que no se recrudecieran las posturas”, sostienen fuentes del PP andaluz, que ya han trasladado en ocasiones anteriores a la dirección nacional que debería solucionar el embrollo con Ayuso.

Moreno ha apelado también en público en más de una ocasión a la importancia de resolver cuanto antes las disputas internas entre la dirección del partido y la presidenta de Madrid. Los sondeos en Andalucía siguen siendo muy halagüeños para el PP, por la descomposición de Ciudadanos, el estancamiento de Vox, el escaso efecto que el cambio de liderazgo en el PSOE ha provocado en sus expectativas de voto y la atomización del resto de partidos de izquierdas, dispersos en tres plataformas, pero Moreno necesita no tener interferencias externas para ampliar su mayoría. Lo que menos desea es que el fuego amigo altere esas perspectivas, aunque en su entorno cuentan con ello si la cita con las urnas fuera en junio.

El caso de Mañueco es similar porque el presidente de Castilla y León sopesa un adelanto que también abriría las urnas en el primer semestre de 2022. El barón popular tampoco va a condicionar su calendario electoral por la disputa interna, afirman fuentes de su entorno, que también creen que el conflicto parece “en vías de solución” y en todo caso no calculan que este tuviera mucha importancia en unas elecciones en Castilla y León. La incertidumbre rodea esos posibles comicios porque en el caso de adelantarse sería la primera vez que se abrieran las urnas por separado en esa comunidad, y no hay, por tanto, precedentes para anticipar el comportamiento electoral.

Mañueco, no obstante, ha pedido a los protagonistas de la crisis interna que la resuelvan ante la posibilidad de ir a elecciones el año que viene. El presidente de Castilla y León aún no ha tomado la decisión, pero sopesa el adelanto para evitar una moción de censura de la izquierda apoyada por un tránsfuga de Ciudadanos.

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