El PSOE y el PP ven más cerca un pacto para el Poder Judicial

El Gobierno cree que es posible alcanzar un acuerdo en semanas, mientras el PP ha visto el acercamiento de esta semana “un buen punto de partida”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), saluda al líder del PP, Pablo Casado (d), en Cuacos de Yuste (Cáceres), este jueves.Manuel Ángel Laya (Europa Press)

El acuerdo entre el Gobierno y el PP para renovar las altas instituciones salvo el Poder Judicial anunciado este jueves no quedó firmado en ningún documento. Fue un pacto general, sin los detalles, sobre las cuotas que correspondían a cada uno y las fechas en las que se sustanciaría, que se cerró verbalmente y se selló el mismo jueves con un apretón de manos entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El acuerdo entre el Gobierno y el PP para renovar las altas instituciones salvo el Poder Judicial anunciado este jueves no quedó firmado en ningún documento. Fue un pacto general, sin los detalles, sobre las cuotas que correspondían a cada uno y las fechas en las que se sustanciaría, que se cerró verbalmente y se selló el mismo jueves con un apretón de manos entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Los dos negociadores se sentarán de nuevo a partir del lunes para perfilar los nombres, y para hablar de la siguiente carpeta: el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ha superado los más de mil días con el mandato caducado, y que ahora está más cerca del desbloqueo. Socialistas y populares subrayan que este primer pacto ha sido posible porque se fían los unos de los otros —por eso se pudo anunciar sin más garantías que ese apretón de manos— y reconocen que el movimiento permite hablar de una nueva etapa de deshielo que allana el camino para acordar el Poder Judicial.

A partir del lunes, las conversaciones podrían avanzar rápido. La confianza entre Bolaños y García Egea está trabajada, como también el posible contenido del pacto para el órgano de gobierno de los jueces, que ha estado a punto de cerrarse ya en tres ocasiones en los últimos tres años. Los dos negociadores tienen una relación “blindada”, dicen en el PP, y llevan meses hablando de forma discreta, a veces en comidas en lugares “neutrales” de Madrid: ni en La Moncloa ni en Génova 13. Tanto es así que bastaron 24 horas para cerrar el pacto de esta semana.

Este acercamiento ha elevado el optimismo en el Ejecutivo, donde se ve posible acordar con el PP el Poder Judicial “en las próximas semanas”. Mientras que en la dirección del PP reconocen que el de este jueves “es un buen punto de partida” para el entendimiento sobre el órgano judicial.

Por primera vez desde que se frustró el último intento en febrero, en el Gobierno y en el PP ven posible el acuerdo para el Consejo, pero los escollos siguen encima de la mesa. El PP asegura que no renuncia a su exigencia de que se cambie la ley para que en la próxima renovación del Consejo los jueces elijan directamente a 12 de los 20 vocales, un sistema del que el Gobierno discrepa. A pesar de ello, la dirección del PP confía en que el Ejecutivo se mueva. “Al final se van a dar cuenta de que tienen que levantar un poco el pie”, apunta un dirigente de la máxima confianza de Casado, que sin embargo admite que le “cuesta imaginar una solución intermedia” entre su apuesta y la negativa del PSOE.

En el Gobierno también están convencidos de que habrá pacto antes de lo que se piensa, porque está negociación ha roto el hielo entre los dos partidos y sobre todo porque creen que es insostenible la situación en el Consejo del Poder Judicial que cumple en diciembre tres años de mandato caducado. En el Ejecutivo insisten en que en ningún caso pueden aceptar la idea del PP de que los jueces elijan directamente a la mayoría de los 20 vocales, porque sería como entregar para siempre este organismo clave a la mayoría conservadora que hay entre los jueces. El sistema actual ha funcionado bien, con equilibrios, y ha permitido durante 40 años mayorías diferentes y pactos. El Gobierno no firmará ese cambio de fondo aunque sí se podrían negociar retoques y sobre todo qué personas ocupan y presiden el nuevo Consejo.

A favor del acuerdo opera que los dos partidos están interesados en un acercamiento que se produce sin elecciones a la vista. El líder del PP lanzó la oferta para recuperar la iniciativa política en este asunto, en el que estaba preocupado por aparecer como el responsable del bloqueo. “Cuando hay voluntad de acuerdo las cosas son más fáciles. El Gobierno estaba pensando que nosotros no queríamos renovar. Hacía falta que alguien viniera y sacudiera un poco el tablero”, señalan fuentes de la dirección popular. Algunos dirigentes del PP creen que Casado se ha movido también porque quiere proyectar una imagen más presidenciable ahora que las encuestas (salvo el CIS) le dan la posibilidad de llegar al poder sumando con Vox. “Pablo se ve presidente y este ha sido un movimiento para buscar la centralidad”, apunta uno. En La Moncloa están convencidos de que, por mucho que quiera, Casado no puede aguantar así dos años más, así que esperan el momento en el que, como sucedió con los demás órganos, el líder del PP autorice a su mano derecha a negociar también el Poder Judicial y cerrar la interinidad más larga de la larga historia de este órgano.

El deshielo no llega a los líderes

Un clima diferente, menos enconado, entre el PSOE y el PP se ha abierto paso con el acuerdo de este jueves para renovar el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor el Pueblo y la Agencia de Protección de datos, pero de momento el acercamiento no llega hasta los dos líderes. Pedro Sánchez y Pablo Casado se saludaron el miércoles en Yuste (Cáceres) con un apretón de manos, pero no aprovecharon para conversar sobre el acuerdo que fraguaban sus negociadores. La última vez que hablaron fue en la crisis con Marruecos, en mayo.


Archivado En