El último golpe de la banda que reventaba cajeros automáticos en los pueblos
La Guardia Civil detiene a 10 personas en Albacete por 33 robos en sucursales rurales y hacerse con un botín de 1,3 millones de euros
La Guardia Civil ha detenido a una banda de 10 delincuentes que robaba en sucursales bancarias rurales de toda España. La organización actuó en 33 ocasiones, repartidas en 21 provincias españolas, así como en Portugal y Alemania, y se hizo con un botín de 1,3 millones de euros. El modo de proceder consistía en engañar a las patrullas, que acudían a las oficinas atraídas por una alarma que los ladrones accionaban al forzar y cambiar el bombín de seguridad de la cerradura de las puertas. La banda observaba, escondida, cómo ...
La Guardia Civil ha detenido a una banda de 10 delincuentes que robaba en sucursales bancarias rurales de toda España. La organización actuó en 33 ocasiones, repartidas en 21 provincias españolas, así como en Portugal y Alemania, y se hizo con un botín de 1,3 millones de euros. El modo de proceder consistía en engañar a las patrullas, que acudían a las oficinas atraídas por una alarma que los ladrones accionaban al forzar y cambiar el bombín de seguridad de la cerradura de las puertas. La banda observaba, escondida, cómo los agentes, sorprendidos, inspeccionaban lo que creían una “falsa alarma” y se marchaban creyendo que todo estaba bien. Los ladrones habían colocado un bombín nuevo, quitando así señales de violencia sobre este sistema para no levantar sospechas. Después, inutilizaban las alarmas y las cámaras y se ocultaban hasta que los policías revisaban el lugar, no veían nada raro, se marchaban y les dejaban vía libre para forzar la caja fuerte y reventar el cajero automático sin que nadie los detectase.
Los integrantes del grupo, que protegían su identidad con pasamontañas, inutilizaban las alarmas y las cámaras de vigilancia, para luego ocultarse hasta que los policías revisaban el lugar, no veían nada raro, se marchaban y les dejaban vía libre para forzar la caja fuerte con técnicas especializadas. De ese modo procedían a reventar el cajero sin que nadie los detectase, especialmente en pueblos tranquilos donde apenas hay movimiento de gente. Así obraron los delincuentes en los 33 golpes que perpetraron en 21 provincias españolas, con un botín total de 1,3 millones de euros, así como en Portugal y Alemania, de ahí que en la intervención policial hubiese dispositivos europeos.
El caso que activó la denominada Operación Bis-Bas se produjo en Minaya (Albacete, 1.500 habitantes), donde los ladrones se llevaron 131.000 euros que guardaban en la caja. Llamar a varias localidades y negocios de este municipio arroja testimonios en los que apenas recuerdan que se produjera el robo, pero celebran que los responsables de lo ocurrido hayan sido atrapados porque no lo creían.
Los investigadores constataron entonces que el grupo actuaba con un “alto nivel de especialización”, y fueron recopilando episodios similares hasta constatar el enorme radio geográfico en el que operaban los detenidos, a quienes se les imputan 123 delitos, 33 de ellos por robos con fuerza, falsificación documental y de matrículas y pertenencia a organización criminal, entre otros. Los ladrones residían en Madrid, Toledo y Alicante, donde pasaban desapercibidos, hasta que decidían reunirse en equipos de entre cinco y 10 personas para volver a otra sucursal bancaria rural. Sus acciones tenían lugar desde Zamora o Valladolid hasta Sevilla o Madrid, en función del objetivo que eligieran.
Todoterrenos de alta gama
La Guardia Civil ha informado de que los arrestados dejaban pasar un tiempo prudencial cuando sospechaban que las autoridades tendrían indicios de su actividad ilícita. Cuando decidían volver a las andadas, recurrían a todoterrenos de alta gama y gran cilindrada a los que “doblaban” las matrículas para no ser identificados. Allí viajaban los autores materiales de los robos sobre los cajeros y las herramientas que empleaban, entre ellas “sofisticados sistemas de apertura para la rotura de gruesos metales”. Asimismo, contaban con coches de gama “media-alta” que ubicaban en “puntos estratégicos” para controlar el entorno de la oficina bancaria y avisar de inmediato en caso de anomalías. Después de cada operación exitosa, disolvían la compañía y se deshacían de los vehículos para que no se les vinculase con los hechos.
Los uniformados han realizado cuatro registros en varias localidades malagueñas y han logrado recuperar 125.000 euros que asocian a robos recientes. La operación Bis-Bas ha contado con la colaboración de la Guardia Nacional Republicana portuguesa, la Europol y Eurojust. Siete de los 10 detenidos tenían órdenes europeas de detención previas. Las investigaciones han confirmado que la banda había efectuado también 12 atracos en Portugal y se había llevado tres coches de gran cilindrada en Alemania, además de desvalijar los ahorros de habitantes de pueblos que creían que allí nunca pasaba nada.
Uno de los pueblos que sufrieron la acción de la organización fueron Sardón de Duero, Rueda o Simancas, en Valladolid. Fuentes de la Guardia Civil en esta provincia informan de que los atracos sobre estas localidades se produjeron entre noviembre de 2019 y febrero de 2020. El alcalde de Simancas, Alberto Plaza, indica que esa sucursal cerró y que ahora sus empleados trabajan en Arroyo de la Encomienda, a unos kilómetros de allí.
Un vecino de Sardón, que prefiere no revelar su identidad, admite que no esperaba que aquel robo fuese a resolverse porque no habían tenido novedades. El sigilo ha protagonizado tanto el delito como su resolución.