La nueva estrategia de la OTAN se aprobará en la cumbre de Madrid 2022
La Alianza Atlántica pone deberes a la cita que conmemorará el 40 aniversario de la entrada de España en la organización
La cumbre que la OTAN celebra este lunes en Bruselas servirá de escenario para el primer encuentro entre el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente estadounidense, Joe Biden, y, salvo sorpresas, designará a Madrid como sede de la gran cita aliada del año que viene. Pero la OTAN no se limitará a encargar a España la organización de una cumbre que coincide con el 40.º aniversario de su ingreso en la Alianza Atlántica, sino...
La cumbre que la OTAN celebra este lunes en Bruselas servirá de escenario para el primer encuentro entre el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente estadounidense, Joe Biden, y, salvo sorpresas, designará a Madrid como sede de la gran cita aliada del año que viene. Pero la OTAN no se limitará a encargar a España la organización de una cumbre que coincide con el 40.º aniversario de su ingreso en la Alianza Atlántica, sino que le pondrá deberes.
En la cita de 2022 deberá aprobarse el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, la hoja de ruta con la que afrontar los nuevos desafíos a la seguridad. El documento vigente se aprobó en 2010 en la cumbre de Lisboa, por lo que se trata de una mirada de largo alcance, destinada a guiar la estrategia de la mayor alianza militar del mundo en la próxima década.
El nuevo concepto debe desarrollar y sacar todas las consecuencias del documento OTAN 2030. Una agenda transatlántica para el futuro, que los 30 jefes de Estado y Gobierno tienen previsto aprobar este lunes. Por vez primera, el cambio climático se reconoce como un riesgo, junto a los ciberataques, la desinformación o las guerras híbridas; todos ellos sobre el trasfondo de la carrera con China por la hegemonía tecnológica.
La Agenda 2030 dibuja el marco conceptual en el que deberá desenvolverse la OTAN, mientras que el Concepto Estratégico dirá cómo hacerle frente.
Curiosamente, no han sido los grandes temas geoestratégicos los que han generado más debate, sino los financieros: el secretario general, Jens Stoltenberg, pidió doblar en 10 años el presupuesto de la organización, por encima de los 2.000 millones de euros, incluida la partida de inversiones. Su propuesta fue desechada, pero el texto que se apruebe en Bruselas incluirá el compromiso de aumentarlo, aunque sin mucha concreción.
La cumbre de Madrid no solo deberá dar luz verde al nuevo concepto estratégico, sino que probablemente tendrá que ratificar al futuro secretario general. Stoltenberg concluye su mandato el 30 de septiembre y no puede ser reelegido, según fuentes diplomáticas, por lo que su sucesor (un europeo, según marca la tradición) tendrá que ser elegido inmediatamente antes o en la propia cumbre de Madrid.
Lo que es seguro es que la cita de la capital de España servirá de despedida al ex primer ministro noruego que, desde 2014, ha sido la cara visible de la Alianza Atlántica. Y que hará que el presidente Biden vuelva a España, donde ya estuvo como vicepresidente en 2010.
La incógnita es quién representará a Alemania (la canciller Angela Merkel dejará el cargo tras las elecciones de septiembre) e incluso a Francia, ya que las presidenciales francesas están previstas para abril del año próximo, por lo que la cumbre de Madrid, para la que aún no hay fecha cerrada, podría ser la primera cita internacional del nuevo inquilino de El Elíseo. O del mismo, si repite Macron.
Todos estos elementos hacen, según las fuentes consultadas, que la cumbre de 2022 pueda tener más relevancia que la que corresponde a la reunión anual de los 30 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Inicialmente, la previsión del Ejecutivo de Pedro Sánchez era conmemorar el 40.º aniversario del ingreso de España en la Alianza Atlántica —en mayo de 1982, con Leopoldo Calvo-Sotelo en La Moncloa— con una reunión de ministros de Exteriores aliados, aprovechando que estos se reúnen una vez al año fuera de Bruselas. Sin embargo, la victoria de Biden en las elecciones del pasado noviembre llevó a cambiar de plan y apostar por un evento de mayor dimensión.