Cuatro días de intensa calima en la Península y Baleares

Las temperaturas serán las habituales para la época o ligeramente más altas, especialmente las nocturnas y en la mitad norte

Calima en una playa de Badalona (Barcelona).CRISTOBAL CASTRO

El tiempo en España entra un pantano barométrico, la situación en la que la presión atmosférica en todo un territorio es muy similar, avanza el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo. Al mismo tiempo, hay aire frío en las capas altas de la atmósfera y llegan vientos del este y del sureste, impulsados por una borrasca que está al norte de Argelia, lo que se traduce en lluvias y chubascos en el área mediterránea peninsular, Baleares y Melilla. Pero lo más destacado es una importante entrada de polvo en suspensión procedente del norte de África en la Península y B...

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El tiempo en España entra un pantano barométrico, la situación en la que la presión atmosférica en todo un territorio es muy similar, avanza el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo. Al mismo tiempo, hay aire frío en las capas altas de la atmósfera y llegan vientos del este y del sureste, impulsados por una borrasca que está al norte de Argelia, lo que se traduce en lluvias y chubascos en el área mediterránea peninsular, Baleares y Melilla. Pero lo más destacado es una importante entrada de polvo en suspensión procedente del norte de África en la Península y Baleares, que comenzó el martes, empeorará la calidad del aire y hará que llueva barro al menos hasta el viernes, cuando la llegada de una borrasca al suroeste peninsular deje precipitaciones en aquella zona. Curiosamente en Canarias, donde se sufre de forma habitual el fenómeno, no habrá calima estos días.

En general, las temperaturas serán las habituales para la época o ligeramente más altas, especialmente las nocturnas y en la mitad norte. El miércoles, las temperaturas subirán en todo el país y se superarán los 20º a orillas del Cantábrico y en el suroeste peninsular. Predominará la nubosidad abundante en el área mediterránea, Ceuta y Melilla y por la tarde crecerán las nubes de evolución, que pueden dejar “algún chubasco tormentoso y disperso” en zonas de montaña y puntos colindantes del interior, especialmente de la mitad norte y zona centro. “Es una situación que ya comienza a ser la típica de la primavera ―la estación comenzó, en términos meteorológicos, el pasado lunes, tras un invierno de fenómenos muy extremos―, con chaparrones vespertinos de corta duración y que en general no dejan grandes cantidades de lluvia”, destaca el portavoz.

Las precipitaciones “muy probablemente” serán de barro en todas las zonas, por la concentración de polvo en suspensión (PM10, llamadas así por su diámetro, inferior a 10 micras) es elevada en toda la Península, lo que reduce la visibilidad y empeora la calidad del aire. En muchos puntos del país se superará el umbral de riesgo para la salud que marca la UE, que es de 50 microgramos por metro cúbico. Durante estos días, se pueden alcanzar los 200 o 500. Y esto tiene costes, como subraya el investigador Julio Díaz Jiménez, del Instituto de Salud Carlos III, que refiere un empeoramiento de los problemas respiratorios y cardiovasculares y un aumento de la prematuridad y del bajo peso al nacer.

A última hora del miércoles, llegará un frente asociado a una borrasca atlántica, que nublará los cielos en el oeste de Andalucía y Extremadura, donde puede caer alguna lluvia débil. El jueves seguirá la calima, aunque será menos intensa, y las temperaturas bajarán en la mitad sur pero subirán en el noroeste, con 20º en las costas gallegas.

El viernes la borrasca se paseará por el entorno del golfo de Cádiz y dejará precipitaciones localmente fuertes o persistentes sobre todo en el oeste de Andalucía, el Estrecho, Ceuta y Melilla. De forma más débil pueden extenderse al resto de Andalucía y sur de Extremadura. De nuevo, a partir del mediodía, crecerán las nubes de evolución que pueden causar chubascos y tormentas en general débiles y dispersos en Pirineos, Baleares, cordillera cantábrica e interior de Galicia. Irá remitiendo la calima mientras que las temperaturas bajarán por el Cantábrico hasta cuatro o seis grados y solo se esperan heladas débiles en el entorno del Sistema Ibérico y también en páramos de la zona centro.

De cara al fin de semana, el portavoz no espera cambios importantes. Seguirá la inestabilidad por la presencia de bajas presiones sobre el norte de África y el aire frío en las capas altas de la atmósfera, con flujo de vientos húmedos del Mediterráneo. El sábado y el domingo habrá chubascos, que pueden estar acompañados de tormenta, en Andalucía, Ceuta, Melilla, Murcia, Comunidad Valenciana y nordeste de Cataluña. Estos “chaparrones típicos de primavera” pueden extenderse por la tarde a zonas del interior peninsular y Baleares. El sábado bajarán las temperaturas por el norte y subirán por el sur mientras que el domingo ocurrirá justo lo contrario.



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