Laya acuerda con su homólogo marroquí preparar la cumbre bilateral pero no le ponen fecha

La ministra de Exteriores reitera a Burita la apuesta de España por una solución acordada para el Sáhara

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, durante el pleno de este martes en el Senado.Mariscal (EFE)

Los ministros de Exteriores de España y Marruecos, Arancha González Laya y Nasser Burita, han mantenido este martes por la tarde una videoconferencia en la que han acordado impulsar la cooperación sectorial de cara a la recuperación económica tras la pandemia y preparar la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los dos gobiernos; a la que, sin embargo, no han puesto fecha.

El pasado 10 de diciembre, España y Marruecos anunciaron que la cumbre bilateral que tenían previsto celebrar el 17 de diciembre en Rabat quedaba aplazada a febrero. Sin embargo, ya se ha descartado que pueda celebrarse es...

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Los ministros de Exteriores de España y Marruecos, Arancha González Laya y Nasser Burita, han mantenido este martes por la tarde una videoconferencia en la que han acordado impulsar la cooperación sectorial de cara a la recuperación económica tras la pandemia y preparar la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los dos gobiernos; a la que, sin embargo, no han puesto fecha.

El pasado 10 de diciembre, España y Marruecos anunciaron que la cumbre bilateral que tenían previsto celebrar el 17 de diciembre en Rabat quedaba aplazada a febrero. Sin embargo, ya se ha descartado que pueda celebrarse este mes. “Se hará en cuanto lo permita la situación sanitaria. Aún no se dan las condiciones adecuadas”, alegan fuentes diplomáticas españolas. Pese a ello, tanto fuentes de Madrid como de Rabat aseguran que la videoconferencia, que se prolongó por espacio de hora y media, fue “muy cordial y positiva” y sirvió para reforzar la relación bilateral.

De cara a “la celebración de la Reunión de Alto Nivel, en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan, los dos ministros acordaron reforzar la cooperación sectorial en los ámbitos económico, cultural y educativo”, indicaron fuentes diplomáticas de Rabat. ”Ambas partes pidieron que se aprovechen las oportunidades que ofrece el contexto post-Covid como socios estratégicos y se capitalice la complementariedad entre los dos países”, añadieron dichas fuentes. Los ministros abordaron la situación en el Magreb y el Sahel y acordaron avanzar en la colaboración en el marco de los programas de la Vecindad Sur de la UE y en el diálogo 5+5, que reúne a los países de ambas orillas del Mediterráneo Occidental, según ambas partes.

El punto más espinoso fue el del Sáhara. El mismo día que se anunció la suspensión de la cumbre con España, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara, en un espaldarazo sin precedentes a las reivindicaciones de Rabat. Desde entonces, Marruecos intenta sumar a esta posición a los países de la UE, y especialmente a España. El propio Burita publicaba el pasado día 4 el diario El Mundo una tribuna de opinión en la que aseguraba que la propuesta marroquí de conceder una autonomía al Sáhara (en vez del referéndum de autodeterminación exigido por la ONU) “goza de un apoyo internacional cada vez más fuerte”.

Fuentes diplomáticas españolas se limitaron a señalar que González Laya había reiterado a Burita la posición ya conocida de Madrid y le había subrayado la necesidad de que se nombre cuanto antes al nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara, un puesto que está vacante desde que en mayo de 2019 dimitió Horst Koehler.

Antes de su conversación con Burita, González Laya contestó en el Senado a una interpelación sobre el Sáhara del peneuvista Luis Uribe Etxebarría, a quien le dijo que España mantiene una “posición firme, constante y de Estado” sobre el contencioso de su excolonia, que “no es otra que el apoyo a la búsqueda de una solución que ha de ser política, justa, duradera y mutuamente aceptada [por las partes], como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”. Para la jefa de la diplomacia española, “España no debe apoyar ninguna solución concreta”, en alusión a la autonomía o la independencia, sino que esta “debe llegar de un acuerdo entre las partes”.

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González Laya acudió por primera vez a Marruecos como ministra de Exteriores en enero de 2020, en un contexto difícil. El Parlamento marroquí acababa de aprobar dos leyes que delimitaban sus aguas marítimas en el Atlántico. Rabat fijó como suyas las aguas territoriales del Sáhara Occidental y además delimitó sus 200 millas náuticas de Zona Económica Exclusiva (ZEE). Esa demarcación se adentra en la ZEE que España tiene ya fijada en Canarias.

Ambos ministros optaron por rebajar la tensión. González Laya declaró en Rabat que, “de la misma forma que Marruecos tiene el derecho de fijar sus zonas marítimas, también tiene el deber de hacerlo, cuando hay solapamiento, de común acuerdo con el otro país y respetando las reglas de la convención de Naciones Unidas sobre derecho de mar”. Burita añadió que, “en caso de solapamiento de aguas se encontrará una solución que no será unilateral”.

Esta no es la primera videoconferencia que mantienen los dos ministros. Ya en octubre del año pasado tuvieron una y son frecuentes las conversaciones telefónicas entre ambos, de algunas de las cuales no se informa públicamente.

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