Muere en un tiroteo en Granada un hombre de 70 años y dos de sus familiares resultan heridos

Enrique González, un vecino de El Jau (Santa Fe, Granada) de 70 años y conocido en su pueblo como el Ojito, murió en la noche de este miércoles tras recibir disparos de bala en su cortijo, a unos 14 kilómetros de la capital granadina. En el tiroteo resultó herida, además, la esposa del fallecido, de 63 años, que ya ha sido dada de alta tras ser atendida en el hospital y otro familiar, un joven de 27 años, que, tras ser operado, permanece ingresado y en estado grave en el Hospital de Neurotraumatología de Granada.

Esos son los hechos constatados, pero las circunstancias en que se...

Enrique González, un vecino de El Jau (Santa Fe, Granada) de 70 años y conocido en su pueblo como el Ojito, murió en la noche de este miércoles tras recibir disparos de bala en su cortijo, a unos 14 kilómetros de la capital granadina. En el tiroteo resultó herida, además, la esposa del fallecido, de 63 años, que ya ha sido dada de alta tras ser atendida en el hospital y otro familiar, un joven de 27 años, que, tras ser operado, permanece ingresado y en estado grave en el Hospital de Neurotraumatología de Granada.

Esos son los hechos constatados, pero las circunstancias en que se produjeron no están claras. Según el relato de un hermano de la víctima a Canal Sur, Guillermo González se encontraba en su vivienda cuando, al oír una discusión, salió de su casa y encontró a su hijo enzarzado en una discusión con otras personas. Al intentar defenderlo, según apunta su hermano Guillermo, le dispararon y falleció.

Los incidentes acabaron a tiros y en muerte en el cortijo de la víctima mortal, agricultor y ganadero de caballos, una vivienda grande con otras construcciones aledañas a aproximadamente un kilómetro del centro del pueblo y a la que se accede tras superar un carril de tierra plagado de baches en su último tramo. Cuando comenzaron, tampoco ha trascendido. Siempre según el relato del hermano de la víctima, pasadas las 10 de la noche llegaron a las puertas de la residencia cuatro personas. Unos vecinos aseguran que hubo una persecución de vehículos. Otros, que los integrantes del grupo que mató a González llegaron solos y una vez en el cortijo iniciaron una discusión con el hijo de la víctima. En un momento de ese altercado, el Ojito salió de su vivienda, ubicada en la segunda planta, a defender a su hijo. Iba pertrechado con un objeto contundente, un bastón “o una pala”, ha explicado el hermano del fallecido. Casi cuando había pisado el último peldaño de la escalera, cayó abatido a tiros. Además del involucrado en los hechos, el fallecido tenía otros dos hijos.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Veinticuatro horas después no hay ningún arresto, pero sí pistas: el grupo dejó aparcado el coche en el que viajaban en el centro del pueblo y los agentes han pasado la mañana del jueves investigándolo. El vehículo tenía las ruedas pinchadas y un balazo en mitad del parabrisas delantero. Según fuentes cercanas a la investigación, es propiedad de una mujer que no formaba parte del grupo, pero no se lo habían robado, lo que revelaría que existe alguna vinculación entre la propietaria y quienes dispararon a González.

Algunos vecinos del pueblo hablan, cuando se les pregunta, de un asunto de drogas y otros se refieren a una cuestión de “amoríos”. A última hora del jueves, ya entrada la noche, El Jau, una localidad a 14 kilómetros de Santa Fe y con apenas 1.000 habitantes, es un pueblo fantasma, en el que nadie camina por la calle y en la que los pocos que pasean no quieren hablar porque, además, dicen que no saben nada. El Ayuntamiento de Santa Fe ha emitido un comunicado en el que “condena rotundamente el presunto homicidio” registrado en su pedanía.