La Guardia Civil interviene 1,5 toneladas de hachís y detiene a ocho personas en Nerja

Maro es una pequeña pedanía de Nerja (Málaga, 21.091 habitantes) con playas casi vírgenes que se despliegan en un Parque Natural. La ausencia de viviendas en sus cercanías y la tranquilidad de la zona son parte de su encanto. También las características ideales para que una organización de narcotraficantes eligiera una de estas calas para desembarcar tonelada y media de hachís el pasado día de Navidad. Lo que no sabían es que las cámaras del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (S...

Maro es una pequeña pedanía de Nerja (Málaga, 21.091 habitantes) con playas casi vírgenes que se despliegan en un Parque Natural. La ausencia de viviendas en sus cercanías y la tranquilidad de la zona son parte de su encanto. También las características ideales para que una organización de narcotraficantes eligiera una de estas calas para desembarcar tonelada y media de hachís el pasado día de Navidad. Lo que no sabían es que las cámaras del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) habían cazado la lancha en la que transportaban la droga desde Marruecos a toda velocidad por el Mar de Alborán. Es lo que permitió a la Guardia Civil establecer un dispositivo terrestre y otro marítimo que culminó con ocho personas detenidas y la incautación de 1.535 kilos de hachís.

Los agentes de las comandancias de Málaga y Granada, que recibieron el apoyo de efectivos del Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico (OCON) y del Grupo de Acción Rápida (GAR), intervinieron justo en el momento del alijo, que se realizaba ya en la madrugada del 26 de diciembre. Sobre la escalera de acceso a la playa quedaron desplegados 24 fardos, así como 20 garrafas de gasolina que tenían truco: contaban en su interior con un doble fondo donde también se escondía droga. “Es una nueva tendencia para intentar engañarnos”, cuentan fuentes de la investigación. Los fardos contaban con marcas en su envoltura como beIN, PLT o Don40 –que servían al grupo para determinar quiénes eran los propietarios de la mercancía- y junto a los bidones sumaban tonelada y media de droga. Durante la intervención fueron detenidas siete personas en tierra, una más en el mar gracias al dispositivo marítimo.

Al resultado de este trabajo se suma al de otras dos operaciones realizadas por la Policía Nacional en las provincias de Málaga y Granada de las que este cuerpo de seguridad ha informado durante el fin de semana, con un balance de otras ocho personas arrestadas y más de 800 kilos de hachís y marihuana aprehendidos. La primera de ellas se desarrolló en las localidades de Colmenar y la capital granadina, donde una organización criminal tenía establecidas dos guarderías ―almacenes― de droga. Además, en el municipio malagueño de Mollina contaban con una nave industrial que les servía de base de operaciones para realizar envíos de droga hasta Italia en caminos.

En las instalaciones de Mollina fueron detenidas cuatro personas mientras introducían sustancias estupefacientes en un doble fondo en el techo de un remolque frigorífico. Los investigadores tiraron del hilo y detuvieron a otras dos personas que ejercían de encargados de las guarderías. Los policías intervinieron en total 165 kilos de marihuana, 185 de hachís, dos pistolas, un coche robado y útiles para el montaje de cultivos interiores de cannabis. A los seis detenidos –—cinco albaneses y un español— les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, entre otros. Todos han ingresado ya en prisión.

La segunda operación tuvo como epicentro Benalmádena, en plena Costa del Sol, donde se asentaba una organización dedicada al narcotráfico. Las dos personas detenidas, de nacionalidad francesa, se dedicaban a transportar “importantes cantidades de hachís” a bordo de vehículos de alquiler. En uno de ellos, una furgoneta que los miembros de esta banda habían usado para un desplazamiento entre Almería y Benalmádena, los agentes encontraron 510 kilogramos de hachís. A los dos arrestados se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de estupefacientes. Un tercer narco pudo esquivar el operativo policial y escapó.