Pedro Sánchez: “Esperamos tener controlada la pandemia en Madrid en 15 días”

El presidente argumenta que el Gobierno no podía “mirar para otro lado” y asegura que hay instrumentos legales para no tener que prorrogar el decreto de alarma

Guarda -
Pedro Sánchez y António Costa saludan a la prensa antes de comenzar la cumbre en la ciudad portuguesa de Guarda.JuanJo Martín (EFE)

El Gobierno no se plantea de momento la posibilidad de tener que prorrogar el estado de alarma en Madrid, una operación política que sería muy delicada porque no está nada claro que tuviera los votos en el Congreso necesarios para hacerlo. El presidente, Pedro Sánchez, ha dejado claro en una comparecencia en Guarda (Portugal) al final la trigesimoprimera cumbre hispano-lusa, que el Ejecutivo solo se ha planteado ...

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El Gobierno no se plantea de momento la posibilidad de tener que prorrogar el estado de alarma en Madrid, una operación política que sería muy delicada porque no está nada claro que tuviera los votos en el Congreso necesarios para hacerlo. El presidente, Pedro Sánchez, ha dejado claro en una comparecencia en Guarda (Portugal) al final la trigesimoprimera cumbre hispano-lusa, que el Ejecutivo solo se ha planteado este estado de alarma como una solución de emergencia ante la inacción del Gobierno madrileño, pero no pretende prorrogarlo. Sobre todo porque confía en que estas dos semanas de restricciones sirvan para controlar la crisis. “Esperamos que en 15 días la pandemia se pueda controlar, no tanto doblegar la curva pero sí al menos que la tengamos contenida”, ha señalado el presidente.

En cualquier caso, el Gobierno cree que, incluso, aunque la situación no mejorara lo suficiente en estas dos semanas, hay otros instrumentos para mantener los confinamientos perimetrales sin declarar la alarma, como se está haciendo en Castilla y León, Galicia o Andalucía, tres comunidades gobernadas por el PP como Madrid. El Gobierno apela a la ley de 1986, que cree que es suficiente para estos confinamientos perimetrales.

El Ejecutivo acusa a Madrid de haber generado un problema jurídico enorme a propósito al no invocar la ley de 1986 y sí la de 2003, que fue lo que motivó en gran parte el varapalo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En La Moncloa están convencidos de que fue algo intencionado del Gobierno madrileño, y para demostrarlo señalan que en otras seis órdenes que hizo la Comunidad sí se apeló a esa ley de 1986. El propio Sánchez se ha referido abiertamente a esa decisión, aunque sin acusaciones directas, señalando que ahí está la solución para no tener que prorrogar el estado de alarma. “Invocar la ley del 86, que no lo hizo la Comunidad de Madrid en la última pero sí en las seis anteriores, permite precisamente actuar con un amparo jurídico sólido ante confinamientos perimetrales. Hay instrumentos jurídicos suficientes. Han sido avalados por los tribunales en Castilla y León, en Andalucía. Por eso lo que pedimos es desterrar la lucha partidista frente a un enemigo común que es el virus. Yo le comenté a la presidenta de Madrid [Isabel Díaz Ayuso] que estamos abiertos a hablar con la Comunidad, a dialogar sobre las medidas. Ya se lo dije en la Puerta del Sol. No venimos a imponer, tutelar o juzgar. Queremos colaborar”.

Aun así, el presidente ha justificado su decisión de aprobar el estado de alarma por la inacción de Ayuso. “Cuando no se toman las soluciones que se deben tomar lo que no podemos hacer es mirar hacia otro lado. No lo vamos a hacer mientras dure la pandemia. Nos vamos a poner siempre en la piel de los que sufren esta pandemia, los sanitarios, los enfermos, las víctimas, los familiares”, ha señalado.

Sánchez y el primer ministro portugués, el socialista António Costa, con quien tiene una estrecha relación política desde antes incluso de llegar a La Moncloa, han protagonizado una cumbre que llega en un momento delicado para ambos países. España tiene los peores datos de Europa en contagios de coronavirus. Portugal, que fue de los mejores en la primera ola, ahora sufre una segunda ola que inquieta a las autoridades. Además, teme el contagio de España, no solo del virus sino de la crisis económica. Pero Costa ha evitado cualquier crítica a la gestión española de la crisis y ambos presidentes han dejado muy claro que ahora no está encima de la mesa un nuevo cierre de la frontera como el que se produjo en marzo. España quiso reabrir antes de tiempo y Portugal se molestó, por lo que hubo que pactar la reapertura en junio. Si se hace algo, explicaron ambos, no será en ningún caso unilateral.

Costa se mostró especialmente comprensivo con la situación española. “No estamos en la misma situación que en marzo. Tenemos más capacidad de afrontar los casos. Ahora la población afectada es más joven. El servicio de salud está preparado. No voy a comentar la gestión de España. Todos intentamos hacer lo mejor. Hay países que tuvieron excelentes resultados al principio y ahora los tienen muy malos. No es momento para juzgar, sino para apoyar, ser solidario. Estamos combatiendo un enemigo nuevo que no conocemos. Estamos asistiendo a la investigación en tempo real, tenemos que decidir sin conocer. Tenemos que ayudarnos. No hay soluciones mágicas. Uno de nuestros colegas retiró todas las medidas y ahora tiene los peores resultados de la UE”, señaló el primer ministro portugués. Sánchez remató la idea: “La humildad es fundamental para afrontar esta pandemia. Y la máxima unidad. El uso partidista de la pandemia divide a las sociedades y las hace más débiles. Es una batalla epidemiológica no ideológica”.

En la cumbre estaban presentes 10 ministros españoles, entre ellos los cuatro vicepresidentes, y otros tantos portugueses. Los españoles llegaron en dos helicópteros desde Madrid y con más de una hora de retraso por la niebla, que les obligó a aterrizar en otra localidad a 20 kilómetros. Es el primer viaje internacional en el que el vicepresidente Pablo Iglesias acompaña a Sánchez. La agenda de la cumbre se ha centrado en el desarrollo de las regiones fronterizas, además de la mejora de las conexiones ferroviarias entre ambos países. “En la declaración de la cumbre se establece un compromiso claro en infraestructuras. España ha hecho una apuesta clara por la alta velocidad. Vamos a acabar la llegada del AVE a Galicia, que va a tener un impacto en Portugal. Además tenemos un compromiso con Extremadura para que tengan un mejor transporte ferroviario lo más rápido posible”, señaló Sánchez en la comparecencia con Costa.

Los dos primeros ministros socialdemócratas de dos países del sur han unido sus fuerzas en la negociación del fondo de recuperación europeo, que aún está en marcha. Según el Gobierno español, “Sánchez y Costa han compartido los detalles de los respectivos planes de recuperación en temas en los que existen sinergias y han decidido trabajar en la identificación de proyectos conjuntos estratégicos que pueden ser incluidos en los planes de recuperación, para ser financiados con los fondos europeos, en áreas como el desarrollo del hidrógeno, la cadena de valor de las baterías, el desarrollo del 5G y de satélites”.

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