“Queremos saber la verdad. Por qué mataron a nuestros hijos”

La Audiencia Nacional ordena detener a tres militares marroquíes por tirotear a dos jóvenes melillenses en 2013

Manifestación en 2013 por los dos jóvenes tiroteados por la Marina marroquí.Francisco Garcia

“Es algo que estábamos esperando desde hace tiempo”, dice Abdeslam Ahmed, cuando apenas falta un mes para el séptimo aniversario del “asesinato” de su hijo Abdeslam, apodado Pisly, y de Amin Mohamed, Emin. La Audiencia Nacional acaba de dictar sendas órdenes de búsqueda y detención internacional contra tres militares marroquíes, el comandante Mounir Tisman y los sargentos Aziz El Mals y Mouhein Brioul, por su presunta implicación en la muerte de estos dos melillenses, que el 27 de octubre de 2013 fueron tiroteados desde una patrullera de la marina del país africano cuando navegab...

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“Es algo que estábamos esperando desde hace tiempo”, dice Abdeslam Ahmed, cuando apenas falta un mes para el séptimo aniversario del “asesinato” de su hijo Abdeslam, apodado Pisly, y de Amin Mohamed, Emin. La Audiencia Nacional acaba de dictar sendas órdenes de búsqueda y detención internacional contra tres militares marroquíes, el comandante Mounir Tisman y los sargentos Aziz El Mals y Mouhein Brioul, por su presunta implicación en la muerte de estos dos melillenses, que el 27 de octubre de 2013 fueron tiroteados desde una patrullera de la marina del país africano cuando navegaban por sus aguas.

José Luis Calama, juez de la Audiencia Nacional, ha apreciado “indicios racionales de criminalidad contra los investigados” como “tripulantes” de la embarcación desde la que se realizaron los disparos. Y ha ordenado no solo la búsqueda y captura de los tres sospechosos, sino su ingreso inmediato en prisión provisional y sin fianza, según un auto al que tuvo acceso EL PAÍS. Todo ello, en un caso por el que los distintos Gobiernos españoles han pasado de puntillas, pese a las importantes movilizaciones que se produjeron en Melilla en 2013 —protagonizadas sobre todo por la población musulmana al grito de “Emin y Pisly eran españoles”—; y pese a que el entonces presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda (PP), calificó la actuación como un “brutal asesinato”.

“Desde que se sucedieron los hechos, ni el Ejecutivo español ni el marroquí han dado explicación alguna ni han impulsado la investigación de los asesinatos”, denuncia el despacho de abogados Ilocad, que defiende a las familias de las víctimas. “Llevamos luchando por conseguir justicia para nuestros hijos seis años y 11 meses”, prosigue Ahmed. “Queremos saber la verdad. Por qué los mataron. Nuestros hijos no tenían por qué escaparse, no tenían por qué chocar con la embarcación de ellos, tenían toda la documentación en regla”. Pisly tenía 24 años cuando lo mataron. Emin, 20.

Segunda autopsia

La versión oficial marroquí, difundida en su día a través de la agencia MAP, es que la patrullera de la Marina dio el alto a la lancha neumática donde viajaban los jóvenes. Entonces, según el país africano, “se dieron a la fuga” e “intentaron una maniobra de colisión”. Según Marruecos, para evitarlo, los militares hicieron primero disparos de advertencia, pero finalmente los tirotearon. Aunque, realmente, nadie ha declarado jamás sobre lo ocurrido aquel día.

Según insiste Ahmed, nunca ha habido una respuesta oficial por parte de Marruecos sobre las incongruencias que reveló una segunda autopsia realizada en España. “A mi hijo le pegaron. Cuando fui a recoger su cadáver, tenía la cara llena de hematomas”, se indigna: “Le pegaron dos tiros a bocajarro. Y al hijo de mi compañero Driss [Mohamed, padre de Emin], un tiro en el cuello. Los tiraron al agua, los quisieron hacer desaparecer”. “No puede ser es que dos chicos se vayan a pasar el fin de semana a Saidia [un resort en la costa marroquí, cerca de la frontera con Argelia], den una vuelta en una embarcación, los maten y los metan en un cajón”

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