Los restos de un cohete ruso se desintegran frente a la costa de A Coruña
La nave Soyuz fue grabada por un vecino mientras se precipitaba atravesando la atmósfera hacia el mar
Un cohete ruso que se desintegró al volver a entrar en la atmósfera tras llevar material a la estación espacial ha sido avistado en la madrugada de este martes desde distintos puntos de Galicia en los que el cielo estaba despejado. Un vecino de A Coruña ha difundido a través de su cuenta de Twitter las mejores imágenes. Israel Borja Nuñel Timiraos se detuvo al ver la bola de luz en el cielo, que descendía envuelta en llamas, dibujando una parábola, supuestamente en dirección al océano Atlántico. Conducía por la carretera costera DP-...
Un cohete ruso que se desintegró al volver a entrar en la atmósfera tras llevar material a la estación espacial ha sido avistado en la madrugada de este martes desde distintos puntos de Galicia en los que el cielo estaba despejado. Un vecino de A Coruña ha difundido a través de su cuenta de Twitter las mejores imágenes. Israel Borja Nuñel Timiraos se detuvo al ver la bola de luz en el cielo, que descendía envuelta en llamas, dibujando una parábola, supuestamente en dirección al océano Atlántico. Conducía por la carretera costera DP-3003, a la altura del monte de San Pedro, y en dirección a Bens, camino de su puesto de trabajo. Eran las 6.45 horas de la mañana y la “luz brillante”, según él mismo ha descrito, se movía “hacia la Torre de Hércules”.
El catedrático de Astronomía de la Universidade de Santiago y director del Observatorio Ramón María Aller ha explicado que el meteoro que caía era en realidad un cohete Soyuz que había sido enviado la pasada semana desde Kazajistán con suministro para la Estación Espacial Internacional. "En A Coruña se vio pasar desde el nordeste hasta el suroeste, hacía el océano, ha apuntado. Este tipo de cohetes quedan a la deriva una vez que completan su misión y “poco a poco van bajando” hasta que se destruyen en el momento en el que se acercan a las capas bajas de la atmósfera.
Este tipo de avistamientos, según el astrónomo, “no son habituales” en Galicia, y el último caso similar se produjo en septiembre del 2001. Aunque “estaba en previsión” la posible reentrada de este Soyuz, “este tipo de fenómenos” suelen presentar “una cierta incertidumbre” en la posición de caída. “Igual que se vio aquí, podía haberse producido más hacia el océano y, en ese caso, ya no se vería”, señala, ya que normalmente se programan para que caigan hacia los grandes mares. Por esta razón, y por el hecho de que se fabrican habitualmente con materiales que se destruyen al entrar en contacto con la atmósfera, estos regresos a la tierra no suelen entrañar peligro.