La Audiencia de Cádiz deja en libertad a El Tomate, el narco discreto y tacaño del Guadalquivir
La Fiscalía se ha opuesto a la salida bajo fianza, sustentada en la “demora” habitual de una prueba pericial
“De él bromean que hasta tiene guardado el dinero de la comunión del niño”, dice un policía. Los chascarrillos que circulan por Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) sobre el narco Antonio Romero El Tomate hace tiempo que se convirtieron en su mejor carta de presentación. El traficante ha descubierto estos días que ahorrar los beneficios del hachís alijado por el Guadalquivir sirve para algo más que para pasar en el submundo de la droga como un tipo discreto. Con 15.000 euros que tenía guardados...
“De él bromean que hasta tiene guardado el dinero de la comunión del niño”, dice un policía. Los chascarrillos que circulan por Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) sobre el narco Antonio Romero El Tomate hace tiempo que se convirtieron en su mejor carta de presentación. El traficante ha descubierto estos días que ahorrar los beneficios del hachís alijado por el Guadalquivir sirve para algo más que para pasar en el submundo de la droga como un tipo discreto. Con 15.000 euros que tenía guardados, El Tomate depositó la fianza con la que ha recobrado la libertad. La Audiencia de Cádiz facilitó su salida de prisión provisional ante la “demora” en la práctica de pruebas periciales y la dilación que se podía producir en la investigación de su caso.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial resolvió así el recurso de la defensa de Romero, en prisión provisional desde septiembre de 2019. La decisión se tomó el 11 de marzo, cuatro días antes del decreto de estado de alarma por la crisis del coronavirus que obliga a un confinamiento domiciliario al que ahora también está obligado el supuesto traficante, de 44 años. El Tomate y los 44 miembros de su banda fueron detenidos en la Operación Candela-Narh como responsables de un alijo de 7,7 toneladas de hachís, traído desde Marruecos a través del Guadalquivir empleando semirrígidas y barcos de pesca nodrizas.
Diversos indicios apuntan a Romero como responsable del porte de droga, y la decisión del juez instructor de enviarle a prisión no es “descabellada o arbitraria”, indica la Audiencia gaditana en el auto por el le pone en libertad bajo fianza. La principal prueba contra El Tomate una grabación realizada en el interior de su vehículo gracias a un dispositivo de escucha en el que se le escucha “dar órdenes” a los participantes de un alijo, a través del móvil de un tercero. La defensa del narco arguye que esa no es la voz de Romero y ha solicitado una prueba fonométrica.
Esta prueba, que no está hecha, ha resultado ser el paradójico salvavidas del supuesto traficante para conseguir la libertad provisional. Los jueces creen que es evidente que se “va a producir una notable tardanza en la determinación de la procedencia de dicha voz y que es muy posible, dada la experiencia en este tipo de pruebas periciales, que la misma conlleve una notable demora del procedimiento”. Ese ha resultado ser el principal argumento para que la Audiencia deje en libertad bajo fianza de 15.000 euros a Antonio Romero, al que también han retirado el pasaporte y le obligan a comparecer una vez por semana en los juzgados de Sanlúcar.
La decisión ha contado en todo momento con la oposición de la Fiscalía Antidroga. “Las diligencias solicitados por el letrado aún no han sido admitidas por el juzgado, por lo que el retraso en la finalización de estas es una hipótesis, no una realidad”, han explicado fuentes del ministerio público. Tampoco ayuda el currículum de El Tomate, que ya acumula dos condenas anteriores por delitos contra la salud pública, como apuntó el fiscal para oponerse a una salida en libertad cuya fecha no ha trascendido y que ha sido adelantada este martes por La Voz de Cádiz.
La Fiscalía Antidroga también ha mostrado su preocupación por el posible riesgo de fuga. En 2010, consiguió zafarse de una redada y permaneció oculto durante más de un año, hasta que acabó detenido mientras participaba de un evento privado con caballos, una de sus pasiones. En todos estos años, El Tomate había blindado sus movimientos a bordo de su BMW de más de diez años. Sin embargo, la coartada desapareció después de que Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera descubrieran que supuestamente estaba detrás de la foreña —una embarcación de pesca— que acabó embarrancada el 4 de agosto en la playa sanluqueña de Bajo de Guía atestada con 1.000 kilos de hachís y ante la mirada de los bañistas.
El Tomate es el último narco de Cádiz en prisión que se ve beneficiado por cambios en sus medidas de prisión provisional. Un juez de La Línea de la Concepción dejó en libertad bajo fianza en octubre de 2019 a Isco Tejón Castaña, uno de los reyes del hachís en el Estrecho, antes de que la Audiencia lo devolviese a la cárcel. En enero de este año, le tocó el turno al traficante linense Kiko El Fuerte, detenido dos meses antes. Y en febrero consiguió volver a pisar la calle tras pagar 30.000 euros Joaquín Franco, el capitán de la Guardia Civil de Algeciras investigado por su posible colaboración con las mafias del hachís.