Probamos las mejores tronas evolutivas para bebés

Con la llegada de la alimentación complementaria en los bebés llega también el momento de sacar la trona para que empiece a comer sentado. Pero, ¿sabías que algunos modelos pueden utilizarse incluso antes? ¿Y transformarse luego en asientos para que compartan la mesa cuando son más mayores e, incluso, en torres para acceder mejor al lavabo o a la encimera de la cocina? Son las conocidas como tronas evolutivas que, a diferencia de las tronas ‘normales’ pueden ir variando su configuración para adaptarse a las necesidades de los pequeños en distintas etapas, tanto por las posiciones que son capaces de adoptar como por su tamaño y peso.

Cómo hemos elegido y probado los productos

Con dos niños (mi hija pequeña tiene ahora 11 meses y el mayor 3 años y medio), la trona es un accesorio más de nuestro salón desde hace mucho tiempo: prácticamente cuando dejó de usarla uno, empezó la otra. Y con complexiones muy distintas, he notado grandes diferencias con respecto a la experiencia de uso de uno y otro del modelo que teníamos en casa. El reto en esta comparativa ha sido probar cinco modelos de trona evolutiva de las principales marcas: las he usado a diario durante los últimos meses cada vez que mi hija iba a comer algo, pero también en otros momentos para tenerla ‘controlada’ jugando mientras hacía algo en la cocina o por casa.

Con esta experiencia, he podido valorar distintos aspectos:

• Diseño: los materiales empleados, la facilidad (o no) de montaje, la posibilidad de plegarlas…
• Seguridad: el tipo de arnés que incorporan para garantizar que el bebé no se sale accidentalmente de la silla, si dispone de otras medidas de seguridad o su estabilidad.
• Versatilidad: la posibilidad de adaptar su silla, altura o reposapiés para que se pueda utilizar en diferentes momentos, a distintas edades y según las necesidades.
• Limpieza: en función de los materiales, la facilidad de limpieza de todos los componentes si se derrama comida o bebida, si son lavables en lavavajillas o lavadora…

Diseño personalizable: Bugaboo Giraffe

Para quién es: personas que quieran crear una trona a su medida y elegir desde los accesorios hasta el diseño, ya que hay muchísimas opciones.

Por qué lo recomendamos: mi primera impresión al sacar esta trona de la caja es un ‘¡wow!’, porque tanto los materiales empleados como la construcción en sí misma me parecieron de gran calidad; la elegí en color blanco y, aunque está pintada, la madera de haya natural es muy suave al tacto y estéticamente preciosa. El único ‘pero’ es que no resiste tan bien el ajetreo del día a día como otros materiales.

La sensación de fluidez y cuidado se extiende también a su funcionamiento: todo se desliza y encaja a la perfección, rápido y sin ninguna herramienta. En este sentido, se pueden elegir 5 posiciones de altura de silla (genial para comer en la mesa principal, en una más baja, dar de comer sentado en el sofá…) y 9 de reposapiés, que en el caso de que no se use como trona viene muy bien. El manual es, además, muy claro. La silla es de un plástico muy suave y ergonómico: mi hija está encantada siempre que se sienta en ella, y aunque se mancha muchísimo se limpia mucho mejor que las de tela. Importante destacar la seguridad porque a mi hija le gusta empujarse con los pies y este modelo no vuelca, es súper estable.

Sus puntos débiles: la compra puede resultar algo complicada, ya que va por componentes. La base es la silla a la que luego se pueden ir colocando distintos accesorios en función de para qué se vaya a usar: el pack recién nacido con una hamaca; el de bebé con la silla y, de forma opcional, también la bandeja…

Madera suave: Stokke Tripp Trapp

Para quién es: familias que comen todas juntas en la mesa y desean aprovechar la trona para otros usos.

Por qué lo recomendamos: sus instrucciones de montaje (también en vídeo) son de las más claras, haciendo que cualquiera pueda enfrentarse a él; incluso avisa de que los tornillos no deben sobresalir nada de su estructura. Es un proceso rápido para el que se necesita una llave allen, y poco más. Su diseño me parece muy simple y bonito: líneas rectas, regulación en varias alturas y en la profundidad de la silla, sin nada que desentone, con una madera muy suave en la estructura y un plástico blandito en la silla que se limpia fenomenal… Se acerca genial a una mesa si no le pones bandeja, así que mi hija ha podido compartir con nosotros comidas y cenas cómodamente. La he probado junto con el cojín Tripp Trapp Classic, con un estampado precioso de Disney que ha encantado a los niños, y que vale tanto con el set trona como cuando se le quita para que sea una banqueta. Personalmente creo que es necesario, ya que la madera puede resultar dura cuando se lleva un rato sentado. Además, es lavable a máquina, lo que facilita mucho su limpieza.

Sus puntos débiles: como ocurre con la trona evolutiva de Bugaboo, se trata de un modelo totalmente personalizable, es decir, la base es la silla y luego se pueden ir añadiendo complementos. No es la más económica.

Asiento reclinable: Maxi-Cosi Minla

Para quién es: para bebés grandes, con buen control de la postura en las primeras semanas de alimentación complementaria y que van a usar la trona para más que comer.

Por qué lo recomendamos: montarla y tenerla lista para sentar a mi hija fue cuestión de minutos: viene premontada, y solo es necesario insertar algunas de las piezas (el asiento en las patas, por ejemplo) para usarla. Además, no necesité ninguna herramienta. Adecuada para bebés prácticamente desde su nacimiento y hasta que pesan 30 Kg, su respaldo se puede colocar en seis posiciones (desde tumbado completamente hasta sentado), y viene además con un reductor que ayuda a que estén más cómodos cuando son muy pequeños. También se puede montar y desmontar la bandeja, subir y bajar la silla en distintas alturas o convertirla en taburete para cuando sean mayores. Como se cambia de uno a otro formato muy fácil, la he podido usar también con mi hijo mayor, que ya no cabe en el formato trona normal.

Se pliega cuando no se está usando, y me ha resultado especialmente útil su tejido repelente al agua; a mi hija le gusta mucho jugar con la comida y con su vaso, así que las manchas han sido un continuo. Aunque de vez en cuando he desmontado la funda (incluso el arnés) para lavarla en la lavadora, para el mantenimiento diario es suficiente con pasar un paño húmedo.

Sus puntos débiles: mi hija es pequeñita, y sobre todo en los primeros meses de alimentación complementaria la bandeja le quedaba demasiado alta y no le resultaba cómodo coger la comida.

Todos juntos en la mesa: Chicco Crescendo Up

Para quién es: para familias que deseen compartir la mesa también con el bebé.

Por qué lo recomendamos: es uno de los modelos cuya versatilidad más me ha gustado: lo ha podido usar mi hija como trona, mi hijo como banqueta e incluso yo, porque admite hasta 110 kg de peso. El cambio de uno a otro modo es muy rápido (solo tenía que girar la silla para desmontarla) y para saber cómo hacerlo —ya que las instrucciones no me han resultado claras— han sido de gran utilidad unos vídeos colgados por la firma en su página web. Me ha gustado especialmente usarla sin bandeja, pegada a la mesa en la que comemos el resto de la familia, porque por la forma de sus patas delanteras se puede acercar muchísimo hasta que la silla queda completamente pegada. Además, viene con unas patas adicionales para usarla en las mesas más altas (quizá para aquellos que comen en la cocina). Se pliega para guardarla cómodamente y se desmonta más fácil que ninguna para lavarla, aunque solo se puede a mano.

Sus puntos débiles: las instrucciones son poco claras: las imágenes sin explicación vienen primero, y luego el texto en distintos idiomas en el resto del manual. Aunque el montaje en sí no es difícil, esto lo dificulta mucho.

Hasta los 8 años: Jané Wooddy

Para quién es: para personas que vayan a usarla principalmente como trona; se adapta muy bien a los niños y niñas más pequeñitos.

Por qué lo recomendamos: las instrucciones de montaje son clarísimas y muy detalladas, y hacerlo mal es prácticamente imposible: con cada componente tienes que escuchar un clic para saber que está bien. En este caso, se necesita una llave allen para algunos componentes, que vienen en el paquete. Por sus características puede usarse desde los 6 meses hasta los 8 años: primero con la silla y el arnés; luego se baja el reposapiés y quitan arnés y entrepiernas entre los 3 y 5 años; y por último se quita el asiento y se transforma en taburete.

En el modo trona, me ha gustado mucho que mi hija quedaba muy ‘abrazada’ por el asiento, se la veía cómoda. Además, tiene la altura perfecta para colocarla en la mesa con nosotros y que se sienta integrada. La bandeja se limpia genial porque tiene un cobertor de plástico desmontable y el tejido de la silla es desenfundable y lavable a mano. En este caso, las manchas no salen tan bien con un trapo húmedo como en otros de la competencia.

Sus puntos débiles: no es plegable, que es un hándicap en salones pequeños como el mío, y la bandeja es bastante pequeña.

Otros modelos de tronas evolutivas interesantes

Si estás buscando una trona económica de madera: Bebé Confort propone su modelo Timba, con bandeja extraíble y reposapiés regulable. Pueden usarla niños de hasta 30 kg de peso.

Si estás buscando un modelo convertible: cuando deja de utilizarse como trona, la apuesta de CoolDreams se transforma en una mesa baja con su silla, en la que niños y niñas pueden dibujar, jugar, comer…

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 11 de octubre de 2024.

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