Un motivo más (o el principal) para visitar la Región de Murcia en 2024
Cultura, naturaleza y gastronomía se alían en esta ciudad de origen templario para acoger a miles de peregrinos que celebrarán el Jubileo. Pero caben muchos más. Y no es imprescindible esperar al año próximo
Tantas civilizaciones no podían estar equivocadas: al noroeste de la Región de Murcia, por Caravaca de la Cruz pasaron a lo largo de los siglos iberos, romanos y musulmanes. Normal, también, que la ciudad tenga una fortaleza secular, alrededor de la cual vio crecer su población y su actividad. Un castillo levantado por la Encomienda de los Templarios en el siglo XV y del que los caravaqueños se sienten especialmente orgullosos.
Por ello, esencialmente, es la Ciudad Santa, la ciudad de la Cruz que lleva su nombre. En 1998, el Papa San Juan Pablo II concedió a la ciudad el Año Jubilar, lo que la convierte en la quinta del mundo de la cristiandad (junto a Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Roma y Jerusalén) que puede celebrar el Jubileo in Perpetuum. Lo hace cada siete años, en el Santuario de la Vera Cruz. El primer Año Jubilar se celebró en 2003 y los peregrinos que la visiten en 2024 obtendrán la indulgencia plenaria. Pero Caravaca de la Cruz es mucho más.
Basílica-Santuario de la Vera Cruz
Para ganar el jubileo una de las condiciones es visitar el Santuario de la Santísima y Vera Cruz y asistir allí a una celebración religiosa. Declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1944, la basílica es de origen islámico. La antigua fortaleza en la que se ubica perteneció a la Orden del Temple, y posteriormente a la de Santiago.
Fue la reforma del siglo XVII la que dio lugar al Santuario por la presencia de la Vera Cruz. Se trata de una cruz oriental, procedente de Jerusalén, una reliquia medieval que tiene incrustado un pequeño leño y fue custodiada en Caravaca, primero por la Orden del Temple y luego por la de Santiago. Según la leyenda, en 1232 el rey moro Abú Zeid se convirtió al cristianismo cuando observó cómo dos ángeles bajaban del cielo una cruz para que el sacerdote Chirinos, preso, pudiera decir misa. El santuario posee un interesante Museo de Arte Sacro e Historia. Destacan también en la ciudad las iglesias de la Soledad, del siglo XVI, hoy convertida en Museo Arqueológico y El Salvador, considerada obra cumbre del Renacimiento murciano.
Naturaleza e historia
A sólo dos kilómetros del casco urbano se encuentra el paraje natural de Las Fuentes del Marqués. Catalogado como Sitio Histórico, es otro de los grandes atractivos de Caravaca y su entorno. El paraje, a los pies de la Sierra del Gavilán y el Buitre, tiene una extensión de 17 hectáreas, y los manantiales de donde fluye el agua le confieren un microclima agradable para el viajero y vital para la flora y la fauna: hay catalogadas numerosas especies de animales y vegetales. Todo lo cuentan al detalle en el Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado en el Torreón de los Templarios del siglo XVI.
Caravaca es también un enclave perfecto para el turismo rural. Existe un gran número de alojamientos diseminados por toda la comarca del noroeste de la Región de Murcia y la oferta de turismo activo es amplia, con actividades que facilitan el contacto con la naturaleza, desde el senderismo a los paseos a caballo.
Otra alternativa natural, prototipo de peregrinaje, es llegar a Caravaca por el Camino de Levante. El recorrido, con etapas más cortas que las del Camino de Santiago, puede iniciarse en Orihuela (Alicante) y combina cultura y naturaleza en cada uno de sus cinco tramos (Orihuela-Murcia, Murcia-Alguazas, Alguazas-Mula, Mula-Bullas y Bullas-Caravaca) que suman un total de 120 kilómetros. El final, por supuesto, es el Santuario de la Santísima y Vera Cruz.
Los Caballos del Vino
El otoño, de colores magnéticos y temperaturas amables, es una etapa ideal para para visitar la localidad. Pero, si se decide hacer coincidir el viaje con el Año Santo, hay que subrayar en el calendario la primavera. El 3 de mayo, los caravaqueños acuden al Templete de la Santa Cruz cada año para bañar la reliquia.
Pero hay dos motivos más: las fiestas en Honor de la Santísima y Vera Cruz declaradas de Interés Turístico Internacional (del 1 al 5 de mayo) y el festejo más popular, espectacular y divertido de la ciudad, los Caballos del Vino el día 2 de mayo. Declarados Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, rememoran un suceso acaecido en el siglo XIII, cuando los cristianos cercados en la fortaleza por los árabes rompieron el asedio para buscar agua. Pero regresaron a la fortaleza con odres de vino a lomos de sus caballos. Hoy se conmemora con fiestas, pasacalles, concursos de caballos y enjaezamientos tradicionales, de una belleza única. El acto central también tiene como estrella a los caballos, con una trepidante carrera que baja desde el Castillo.
Arroz y yemas
Por supuesto, en una visita a Caravaca de la Cruz es indispensable disfrutar de su gastronomía, estrechamente ligada a los productos agrícolas y ganaderos de la zona. Platos deliciosos, como los arroces en todas sus variantes (conejo, pollo, caracoles…) o las migas, son acierto seguro. Y, como colofón, las yemas, el dulce más típico de la ciudad, elaboradas con huevo y azúcar y recubiertas con una capa de caramelo o chocolate.
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