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20 lugares que invitan a un gran viaje

De un puente de cristal en China a pintar con luz en Bolivia, escenarios inspiradores

Entre la tierra y el cielo Las Meteora, nombre que significa suspendido en el aire, son una sucesión de agujas de piedra que se alzan a cientos de metros de altura sobre la llanura de Tesalia, cerca de la ciudad de Kalambaka, al norte de Grecia. En las cimas de estos pináculos naturales, a medio camino entre la tierra y el cielo, arropados por jirones de nubes, se erige un fabuloso conjunto de monasterios medievales (siglos XIV a XVI) donde los anacoretas ortodoxos buscaban cortar con el mundo y acercarse físicamente a la divinidad, en la tradición de los monjes estilitas de Antioquía y Siria, que pasaban sus vidas de penitentes en lo alto de una columna. Hoy, el acceso a la media docena de monasterios que se conservan en Meteora -San Nicolás Anapafsa, San Esteban, Santísima Trinidad, Transfiguración o Gran Meteoro, Roussanou (en la foto; el único habitado por mujeres) y Varlaam- se hace mediante empinadas escaleras y puentes. La ascensión es agotadora, pero compensa llegar arriba y disfrutar del extraordinario panorama.DIMITROS
Además de para fregar cacerolas y pulir superficies, la lana de acero, una especie de estropajo metálico que se vende en ferreterías y arde con facilidad lanzando chispas de metal incandescente, puede servir para crear asombrosas fotografías nocturnas mediante la técnica del 'light painting' (pintura con luz). En la foto de la derecha, tomada en el salar de Uyuni, en el altiplano boliviano, a 3.650 metros de altitud, el fotógrafo empleó un tiempo de exposición de 15 segundos con diafragma F8 y un objetivo de 35 milímetros de distancia focal. Para pintar los círculos de fuego, prendió un ovillo de lana de acero (tras sujetarlo a un palo para no quemarse) y lo hizo girar mientras permanecía abierto el obturador de la cámara, colocada sobre un trípode y ajustada a 100 ISO de sensibilidad. La blanca y lisa superficie del salar, de casi 12.000 kilómetros cuadrados (es la mayor reserva de litio del mundo: 10 millones de toneladas), actuó como un espejo, aumentando así la espectacularidad de la imagen.GETTY
Enormes pelotas graníticas salpican las laderas de Buttermilk Country (el país de la mazada), un árido altiplano ubicado a unos 10 kilómetros al oeste de Bishop, en las estribaciones orientales de la sierra Nevada, en California. En este desierto de altura —a unos 2.000 metros sobre el nivel del mar— operaba en 1870 una vaquería (que posiblemente inspiró el nombre del enclave), y desde entonces apenas ha cambiado su inhóspito paisaje. Mientras la mayoría de los viajeros pasan de largo en Bishop camino del parque nacional del Valle de la Muerte, una legión de escaladores acude en peregrinaje a esta zona, una de las más populares en Estados Unidos para practicar el boulder. Esta modalidad de la escalada consiste en subirse sin cuerda por rocas, normalmente de poca altura, y encuentran en Buttermilk un escenario privilegiado debido a las formas y dimensiones de los gigantescos volúmenes —algunos llegan hasta los 12 metros—, que elevan el deporte a otra dimensión.Ken Etzel (Red Bull)
Nacido en 1946, Yann Arthus-Bertrand es un apasionado de la fotografía aérea que ha publicado sus trabajos en revistas como Geo, Life o National Geographic. Su trabajo más conocido, realizado después de recorrer 100 países, volar 4.000 horas y tomar más de 10.000 fotografías, es La tierra vista desde el cielo, un proyecto patrocinado por la Unesco que aborda los grandes retos ecológicos y sociales con los que se enfrenta el mundo a través de impactantes imágenes aéreas. Como la que muestra la aldea de palafitos de Koh Panyi, adosada a uno de los islotes calcáreos de la bahía de Phang Nga, al suroeste de Tailandia. Koh Panyi fue construida hace dos siglos por los bajau, pescadores musulmanes procedentes de Malasia. Seminómadas (se les conoce como los gitanos del mar), hoy viven de la pesca tradicional y, sobre todo, del turismo: cerca de 3.000 personas desembarcan allí cada día, procedentes de Phuket, para comer pescado y comprar recuerdos.Yann Arthus-Bertrand (Getty)
Leh, la antigua capital del reino budista de Ladakh, en el Estado indio de Jammu y Cachemira, es la puerta hacia Nubra (en la foto), un remoto e inhóspito valle encajado entre las montañas de Zanskar y la cordillera del Karakórum, en la frontera con China y Pakistán. La ruta a Nubra discurre por una tortuosa carretera de 150 kilómetros que atraviesa el collado de Khardung La, uno de los pasos de montaña más altos del mundo (5.359 metros). Por el valle se suceden campos de dunas, monasterios budistas y las escasas praderas donde pastan camellos bactrianos como los que aparecen en la foto. A diferencia del dromedario (Camelus dromedarius), que solo tiene una joroba, el auténtico camello (Camelus bactrianus) tiene dos gibas y un pelaje más largo que su pariente arábigo, y debe su nombre científico a Bactriana, como se conocía en la época de Alejandro Magno la región situada entre la cordillera asiática del Hindu Kush y el río Amu Daria.Nutthavood Punpeng (Getty)
El fotógrafo estado­unidense Max Seigal y un grupo de amigos recorrían los cañones del desierto de Moab (Utah, Estados Unidos) en busca de buenas rutas de escalada cuando se toparon con este corte perfecto en una de sus características paredes de roca arenisca: una fisura enorme y vertical en Kane Creek Canyon. Mientras uno de ellos se aventuraba por la escalofriante chimenea, a más de 120 metros del suelo, Seigal aprovechó para volar su dron y obtener esta espec­tacular toma cenital. La imagen ha sido premiada en la última edición del concurso fotográfico que organiza cada año la red social Dronestagram (www.dronestagr.am), una especie de Instagram para fotos realizadas con drones, creada en 2013 y con 35.000 usuarios registrados. La imagen de Max Seigal se llevó el primer premio en la categoría de aventura y deporte, en un certamen en el que participa National Geographic.Max Seigal
La gran llanura noruega de Hardangervidda cambiará entre el próximo 30 de marzo y el 2 de abril hasta parecer una gran instalación artística. Para entonces, hasta 300 aficionados al snowkite se concentrarán en la zona de Haugastol con motivo de la competición europea más concurrida de este deporte (el registro para participar se abrió ayer). El objetivo: deslizarse en la nieve de pie, sobre una tabla de snowboard o sobre esquís, impulsados por una cometa. En la pasada edición de la prueba, denominada Red Bull Ragnarok y celebrada en abril, la llanura se convirtió en un gran y colorido mosaico puntillista sobre fondo blanco. El formato de la competición incluye una salida masiva, y cada participante debe completar cinco vueltas del circuito elegido (cada vuelta son entre 15 y 20 kilómetros) sirviéndose solamente de su cometa para desplazarse. El buen tiempo puede sin duda ayudar a crear una atmósfera de relajante calidez, pero son los vientos que soplan en la planicie noruega los que estimulan a los participantes.MATS GRIMSAETH
En el altiplano boliviano, a 3.650 metros de altitud, se extiende un hipnótico mar de sal de casi 12.000 kilómetros cuadrados y una blancura tan cegadora que, de no ser por los cactus gigantes (Echinopsis atacamensis) y la pareja que aparecen en la foto, podría pasar por una llanura de la Antártida o el planeta helado de la película Interestelar, de Christopher Nolan. La imagen se tomó desde lo alto de la isla Incahuasi, un promontorio rocoso rodeado por la inmensa extensión del salar de Uyuni que sirve de mirador a los turistas, donde también se encuentran un restaurante y un centro de visitantes. Se calcula que la mitad de las reservas mundiales de litio se hallan en este antiguo mar desecado en la región andina de Potosí, al suroeste de Bolivia.Getty
¿Cuántos renos hay en la foto? Contarlos podría ser un buen pasatiempo, como buscar un orden matemático, según la teoría de los patrones naturales de Alan Turing, en la forma en la que se desplaza el rebaño. Los sami, pastores de renos en las tundras de Laponia, un territorio que se extiende más allá del círculo polar por Noruega, Finlandia, Suecia y la península rusa de Kola, tienen más de 60 palabras para referirse a la nieve y otras tantas para nombrar a sus renos, dependiendo del color de su pelaje. La imagen fue tomada con un dron cerca de la ciudad de Skelleftea, puerta a la Laponia sueca, un destino que se presta a las aventuras blancas: excursiones en trineo de perros, pesca en lagos helados o safaris en motos de nieve para ver alces o contar renos.Getty
Como una uva gigante y madura, un globo de aire caliente sobrevolaba el pasado sábado (29 de octubre) el paisaje de cepas doradas de La Rioja Alta, cerca de Haro. “Una experiencia relajante y placentera”, explica el autor de la foto. “Despegamos de Casalarreina por la mañana temprano, cuando las condiciones atmosféricas eran más favorables. Un largo fogonazo y el globo fue ganando suavemente altura. El plan era sobrevolar los viñedos riojanos, que este año, con el otoño tardío, están preciosos. El sol rasante mostraba detalles insospechados del paisaje. Hasta que nos metimos en un banco de niebla y tuvimos que ganar altura sobre el mar de nubes, hasta un universo blanco y estratosférico”. En los globos aerostáticos de aire caliente el rumbo depende de la pericia del piloto para jugar con la altura y los vientos a favor, calentando el aire del globo con un quemador de gas para subir, o dejándolo escapar por una costura de la tela para bajar, la única manera de maniobrar estos aparatos.Gonzalo Azumendi
El 31 de enero de 1977 (va a hacer 40 años) se inauguró en el corazón de París el Centro Pompidou. Un edificio en el que dos arquitectos treintañeros, el británico Richard Rogers (autor de la también fabulosa T4 de Madrid) y el italiano Renzo Piano, aunaron juventud, audacia, pasión tecnológica y sentido de la belleza hasta cuajar un proyecto en estado de gracia. “París tiene su propio monstruo, como el lago Ness”, proclamó un crítico de Le Figaro. Pero la realidad le desmintió, ya que el edificio resultó imbatible por su capacidad de dinamización urbana (algo tan sencillo como un palacio y una plaza, ambos para la gente), optimismo y adaptabilidad a las exposiciones y eventos de vanguardia que como centro cultural ha ido albergando. Además de las vistas sobre París.GETTY
En geometría, una catenaria (del latín catenarius, con forma de cadena) es la curva ideal que forman una cuerda, una cadena o un cable suspendidos entre dos puntos. Esta línea perfecta, una especie de parábola, permite distribuir uniformemente la masa a lo largo de toda su longitud, y por eso se emplea en arquitectura para diseñar arcos, puentes o cúpulas como las de la foto: una escultura hinchable y luminosa llamada Katena Luminarium, que pasó en diciembre de 2016 por el patio central del Centro Cultural Conde Duque, en el barrio madrileño de Malasaña. Katena es la última creación del artista británico Alan Parkinson y el estudio Architects of Air (Arquitectos de Aire), cuyas enormes estructuras hinchables han visitado muchas ciudades del mundo. Construida en 2016, está compuesta por un conjunto de módulos con forma de domos que cambian de color en función de la luz y la hora del día, creando un espacio mágico. Del 17 al 21 de abril se instalará en la ciudad de Denton, en Texas (Estados Unidos), y del 9 al 14 de mayo en Ottawa (Canadá). www.architects-of-air.comAlfredo Arias
Troncos de pinos y 12 pilares, que se mimetizan con las líneas verticales de un bosque en la Laponia sueca, sostienen esta cabaña creando sensaciones de altura e ingravidez. A 10 metros sobre el suelo, su base -“la quinta fachada” la llaman sus creadores- muestra un gran lienzo con copas arbóreas alzándose al cielo. Pura fusión entre arquitectura y naturaleza. Esta casa en el árbol la proyectaron los arquitectos del estudio noruego Snøhetta (autores de la Ópera de Oslo) para el famoso Treehotel de Harads, al norte de Suecia. Es la séptima cabaña en las ramas de este peculiar alojamiento en pleno bosque, de ahí su nombre: The 7th Room (la séptima habitación). En el interior, dos habitaciones, baño, salón con chimenea, maderas y textiles nórdicos, ventanales para embeberse de paisaje y, con suerte, presenciar el espectáculo de alguna aurora boreal. “Las fronteras entre interior y exterior están difuminadas y la cabaña forma parte del bosque”, dicen los autores en la memoria del proyecto. Puede alojar hasta cinco personas.Johan Jansson
La laguna Azul de Olüdeniz, un popular centro de veraneo de la costa suroeste turca, a unos 15 kilómetros al sur de Fethiye (la antigua Telmessos, conocida por sus espectaculares tumbas rupestres del siglo V antes de Cristo), es la playa más famosa y fotogénica de Turquía. Una larga lengua arenosa que lame olas tranquilas de color turquesa a la sombra del monte Babadag (1.700 metros), desde el que se lanzan a volar los aficionados al deporte del parapente. Durante las noches de verano, esta franja de arena, integrada en una reserva natural de 950 hectáreas en la que se han habilitado senderos para los visitantes, es invadida por tortugas bobas (Caretta caretta), que acuden a depositar sus huevos desde el mar. Desde Olüdeniz zarpan barcos que recorren el golfo de Skopea, salpicado de calas desiertas e islas como San Nicolás, que alberga los restos de una ciudad bizantina donde, según los arqueólogos, vivió Papá Noel.Nick Brundle (Getty)
En los campos españoles es cada vez más raro ver y escuchar al sisón común (Tetrax tetrax), una pequeña avutarda que ha sido elegida Ave del Año 2017 por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Su área de distribución, que antaño se extendía desde el oeste de Europa y el norte de África hasta las estepas de Asia Central, se ha visto reducida a pequeñas zonas de la península Ibérica, Francia, Cerdeña y Rusia. En España, donde vive una de las mayores poblaciones, esta se ha visto reducida a la mitad en la última década. El sisón tiene un discreto plumaje pardo que le sirve para camuflarse en los campos de cereal que constituyen su hábitat. En primavera, los machos, como el que aparece en la foto, mudan sus plumas para adquirir una vistosa gorguera blanca y negra. Durante el cortejo, los machos ejecutan una llamativa danza con saltos y aleteos que generan el característico sonido, el siseo, que da nombre a la especie, producido por la vibración de una pluma más corta en el extremo del ala.Yves Adams
Pierre-François-Henri Labrouste (París, 1801- Fontainebleau, 1875) fue uno de los primeros arquitectos que emplearon el hierro como elemento constructivo y decorativo. Su obra más conocida es la sede histórica de la Bibliothèque Nationale de France (BnF), construida entre 1861 y 1868 en el cuadrilátero Richelieu, en el centro de París, que reabrió el pasado 15 de enero tras 18 años cerrada por remodelación. La restauración de la biblioteca, dirigida por el arquitecto francés Bruno Gaudin, ha recuperado espacios como la sala Labrouste (en la foto), un luminoso espacio de lectura con 16 esbeltas columnas de fundición que sostienen, a nueve metros de altura, etéreas bóvedas renacentistas sobre arcos de hierro, coronadas por lucernarios que permiten el baño suave de la luz. La colección de la BnF, con más de 14 millones de libros y manuscritos, fotografías, mapas, planos, partituras…, también se reparte por el edificio Mitterrand, un proyecto de Dominique Perrault en el barrio parisiense de Tolbiac.F. Guillot (getty)
En un jocoso episodio de 'The Big Bang Theory', el físico Sheldon Cooper intenta explicar a su vecina Penny el experimento de Schrödinger, un clásico de la física cuántica: un gato está encerrado en una caja con una cápsula de veneno que podría romperse (la probabilidad es del 50%) matando al gato. Antes de abrir la caja, ¿sabremos si el gato está vivo o muerto? Para el extraño mundo cuántico, el gato existe en los dos estados a la vez, vivo y muerto, y solo lo descubriremos al abrir la tapa. “Ya conozco la historia. Aunque el gato de mi hermano se quedó atrapado en un baúl y no tuvimos que abrirlo para saber que estaba muerto”, responde Penny. El extravagante doctor Cooper y sus colegas estarían felices de visitar Experimentarium, el impresionante museo de la ciencia que se acaba de inaugurar cerca de Copenhague, obra del estudio de arquitectura danés CEBRA. En su interior, la escalera en espiral Helix, de 100 metros de largo y 170 toneladas de acero y cobre, conduce a los visitantes por las cuatro plantas del edificio.Adam Mørk (getty)
El árbol de la foto, tomada en una granja rural de Vermont, en la costa este de Estados Unidos, es un arce rojo (‘Acer rubrum’), y en pocos días, con los aires crepusculares del otoño, virará el color de sus hojas del amarillo naranja al rojo bermellón. Vermont es uno de los seis Estados ­(Maine, New Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut) que constituyen la región de Nueva Inglaterra, territorio de la costa oriental de Estados Unidos delimitado al norte por Canadá y al sur por Nueva York. Aquí, cada otoño es el momento del ‘leaf peeping’, que consiste en mirar cómo los árboles cambian de color. El ‘fall foliage’, el espectáculo fugaz de la otoñada, tiene distintas fases: green, turning, moderate, peak, fading y gone (verde, en proceso de cambio, moderado, en el punto álgido, apagándose y acabado). Y se vive como un acontecimiento: las oficinas locales de turismo elaboran mapas de las variaciones cromáticas en sus bosques, con información con las mejores rutas y fechas para visitarlos. Sleepy Hollow es el título de un relato de Washington Irving sobre un jinete sin cabeza; de una película de terror dirigida en 1999 por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp, Christina Ricci y Miranda Richardson basada en el cuento de Irving, y el nombre de la pequeña aldea de Mount Pleasant, en el condado de Westchester (Nueva York), donde transcurre la historia y está enterrado el escritor. Aunque no tenga nada que ver, Sleepy Hollow es como se conoce la granja de la foto, uno de los parajes favoritos de los fotógrafos estadounidenses en otoño, perdida en un bosque de Vermont, Nueva Inglaterra, donde el fall foliage, la otoñada, se vive como un acontecimiento, y el leaf peeping, el placer de contemplar los colores cambiantes de las hojas, es una auténtica pasión. Estados como Maine, Nuevo Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut elaboran estos días mapas de las variaciones cromáticas en sus bosques, con información sobre las mejores rutas y fechas para visitarlos.DAVID SUCSY (Getty)
Tina Turner, Liza Minnelli, Julio Iglesias y Lola Flores han actuado en el Florida Park (en este escenario fue donde la faraona perdió un pendiente, paró el espectáculo y se puso a buscarlo). El próximo 1 de octubre su gran sala, en tiempos icono pop de Madrid, volverá a brillar bajo los focos de Pandora Nights, un espectáculo de la compañía teatral Yllana (en la foto, durante la presentación, ayer). Tras varios años cerrado y año y medio de obras, según un proyecto de Guillermo García-Hoz y Pascua Ortega, el mítico local situado en la esquina noreste del parque del Retiro reabrirá con el nombre Florida Retiro, un multiespacio de ocio y gastronomía abierto día y noche que, además de la propia sala -con cenas-espectáculo bajo su cúpula- propondrá cuatro rincones gastronómicos a cargo del chef Joaquín Felipe: un restaurante a la carta, otro de tapas, una terraza y una plaza con siete puestos temáticos. El Florida ha sido desde el siglo XIX pabellón de caza de Fernando VII, balneario, capilla, cafetería, club y plató de televisión.Alfredo Arias