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La Casa Bloc, un museo del racionalismo catalán

La Casa Bloc, un museo del racionalismo catalán

La iniciativa del piso-museo, una de las pioneras en el Estado español, ha devuelto a la Vivienda 1/11 su aspecto inicial, que había ido perdiendo la esencia con el paso del tiempo y de sus habitantes. La Guerra Civil truncó el proyecto de la GATCPAC: La obra se cambió estructuralmente y, en lugar de obreros, fueron a vivir allí familias de militares. La restauración y musealización que se han hecho para lograrlo ha incluido la reparación y restitución de la estructura y diseño primigenios de la vivienda.
La distribución interna de la Vivienda 1/11 es muy diáfana y diferencia claramente la parte pública de la más íntima y privada. Los arquitectos evitaron situar ningún elemento innecesario que pudiera dar un aspecto pretencioso. Es por este motivo que decidieron obviar los espacios perdidos para considerarlos innecesarios y no contar con los patios de luces, dirigiendo todos los aposentos hacia el exterior.
La escalera se convierte en uno de los elementos principales de la Vivienda 1/11, dado que funciona como distribuidor de la planta superior del piso. Formada de escalones de tipo italiano, barandilla de hierro y tubos de diferentes diámetros, esta escalera tiene un especial interés debido a su sencillez y austeridad, uno de los denominadores comunes del proyecto de la Casa Bloc.
En la restauración, la propuesta de mobiliario se ha planteado de acuerdo con el ideario del GATCPAC, basado en la practicidad y la simplicidad armoniosa. Es por este motivo que se ha dotado la vivienda de muebles prácticos, estéticamente honestos y realistas en cuanto a su utilidad. En esta foto aparece la mesa de comedor diseñada por el arquitecto húngaro Marcel Breuer, uno de los maestros del movimiento moderno, y las sillas B 751.
La Casa Bloc fue construida entre 1932 y 1939 por los arquitectos Josep Lluís Sert (1902-1983), Josep Torres Clavé (1906-1939) y Joan Baptista Subirana (1904-1978). Concebida para dar respuesta al crecimiento demográfico y de mano de obra de principios del siglo XX, la Casa Bloc representó una nueva forma de pensar la vivienda para los más necesitados, así como de entender en clave local los planteamientos que entonces, a nivel internacional, estaban rompiendo con la vieja tradición y apostaban por nuevas soluciones. En la imagen, el presidente de la Generalitat de entonces, Francesc Macià, y el alcalde de Barcelona, Jaume Aiguader, presentan el proyecto de la Casa Bloc (1933).
En la década de los 30, la Casa Bloc suponía una propuesta del todo original y que nada tenía que ver con los edificios de carácter social que hasta entonces se habían construido en la ciudad. El tamaño del solar (170 x 53 metros) les permitió plantear el edificio en altura y optaron hacerlo en forma de "S", tal y cómo muestra la fotografía. Un total de 5 bloques enlazados albergaban 207 viviendas, cada uno de 70 metros cuadrados aproximadamente, y repartidos en dos plantas, dando lugar a los bloques resultantes de 6 plantas cada uno.
Con la intención de devolver la Vivienda 1/11 en su estado original, se ha realizado una restauración en el equipamiento e instalaciones del piso que han incluido acciones como la eliminación de añadidos que habían aportado los habitantes durante décadas, así como las tareas de revestimiento, pavimento, cierres y protecciones que han permitido recuperar la estructura y apariencia iniciales de la vivienda.
Los elementos principales de la cocina, tales como el azulejo, el fogón, la pica y el armario despensa, han sido restaurados con las piezas originales recuperadas de una vivienda en desuso. Para mantenerse fieles a la estructura y diseño iniciales, se han seguido los planos y la referencia del equipamiento existente en dos viviendas del edificio. Además, se ha colocado una cocina económica de los años 30, fabricada en Barcelona por José Mingrat.
Dado que las viviendas de la Casa Bloc fueron ideadas para aprovechar al máximo la luz natural, la terraza está orientada en este caso hacia el este, para poder recibir luz solar durante más horas y conseguir una incidencia directa sobre el interior del piso. Tres persianas enrollables preservan la intimidad y regulan la entrada directa de los rayos.
La zona húmeda de la casa, donde se sitúan el lavadero, el plato de ducha y por otro lado el lavabo, fueron planteadas de tal forma que, a pesar de estar separadas por un tabique que no llega al techo, este facilitaba la ventilación y permitía que la claridad entrara desde la ventana que da al rellano. En la restauración actual, además de rehabilitar las partes malogradas, también se ha mirado de evitar las humedades siguiendo las mismas directrices y métodos que emplearon los arquitectos de entonces.
La Vivienda 1/11 es formalmente igual que el resto de viviendas de la Casa Bloc, motivo por el cual se ha elegido como prototipo para el proyecto del piso-museo. Se trata de un dúplex de una superficie aproximada de 60 metros cuadrados que cuenta con dos habitaciones en el piso superior, y un pasillo en el piso inferior que conduce al lavadero con ducha, a la cocina, al lavabo, al comedor y a una terraza. En la imagen se puede observar la estructura de pasillo distribuidor del piso inferior. Para la restauración realizada en los dormitorios se han empleado varias piezas de época. Algunas de ellas han sido localizadas y recuperadas y otras han sido producidas de nuevo siguiendo el mobiliario estándar del GATCPAC publicado a la revista A.C. Es el caso del armario, que se ha construido a la manera de los años 30, es decir, con un marco de pino con engrosamiento de haya esponjado y plafón rechapado de madera de Guinea. En cuanto a las camas y las mesillas de noche, también han sido diseñados siguiendo las indicaciones legadas por la emblemática publicación. Más información: www.dhub-bcn.cat.