8 fotos

La Habana bella

La Habana bella

Esta reliquia de la arquitectura ecléctica cubana del siglo XX, que proyectó Leonardo Morales y Pedroso en 1930, fue construida por Mark Pollack, un exitoso exportador de tabaco estadounidense, en la zona de Cubanacán.GIANNI BASSO / VEGA MG
Interiores de La Mansión. Estilo neoclásico, grandes salas y techos altísimos, para este palacete que fue durante años sede de la Embajada de Brasil en la isla. En los años 90, tras un periodo de abandono y deterioro, fue restaurada con dudoso gusto por el gobierno cubano.GIANNI BASSO / VEGA MG
Ubicada en la transitada calle 23, que desemboca en el Malecón, la heladería Coppelia es uno de los lugares más concurridos de La Habana. Proyecto de líneas futuristas, realizado entre 1965 y 1966 por un equipo de arquitectos liderado por Mario Girona, destaca su estructura circular en forma de platillo volante. Influenciada por la arquitectura brasileña de vanguardia, suele ser relacionada con la Catedral de Brasilia de Oscar Niemeyer, de ahí que se haya denominado a Coppelia como la catedral del helado.GIANNI BASSO / VEGA MG
Paredes desconchadas, espejos en el suelo y muros de colores. Inside Havana (editorial Taschen) recorre la esencia habanera a través de edificios emblemáticos -mansiones de valor arquitectónico, una casa modernista de Richard Neutra o los bares que frecuentó Hemingway-, pero también de viviendas particulares, como la de Angelina de Inastrilla, junto al límite del Centro ViejoGIANNI BASSO / VEGA MG
Herrajes de estilo colonial en esta casa de finales del siglo XIX, en La Habana Vieja. Se encuentra junto a los límites de la antigua muralla levantada por los españoles, cuyo perímetro acota actualmente la parte más antigua de la capital cubana.GIANNI BASSO / VEGA MG
Interior de una casa en el linde de La Habana Vieja. La muralla colonial que delimitaba el centro viejo fue derribada a finales del siglo XIX, para permitir el crecimiento de la ciudad hacia el actual barrio del Vedado. A dicho ensanche corresponde esta casa de Angelina de Inastrilla.GIANNI BASSO / VEGA MG
Las espectaculares bóvedas a diferentes alturas del Club Náutico de La Habana corresponden a la ampliación proyectada por Max Borges-Recio en los años 50, que se hizo necesaria ante el creciente número de integrantes de esta prestigiosa sociedad cubana, fundada en 1920. Una obra que conecta con el mítico club Tropicana, obra del mismo arquitecto.GIANNI BASSO / VEGA MG
El Palacio de los Capitanes Generales, en la Plaza de Armas de La Habana vieja, remite al esplendor de la época colonial, con salones como el de la imagen. Se emplearon materiales traídos desde Europa para su construcción, iniciada en 1776 según el proyecto de Antonio Fernández, y se prolongó más de 15 años. Actualmente el Museo de la ciudad.GIANNI BASSO / VEGA MG