Obra maestra del octacampeón de Rusia

Svídler roza la perfección, con sacrificios de dama y torre, y ataque letal gracias a un peón pasado

Madrid -

Solo un deportista muy excepcional, más allá del tamaño de su talento y de la persistencia en su entrenamiento, puede ganar ocho veces el Campeonato de Rusia de Ajedrez (1994, 1995, 1997, 2003, 2008, 2011, 2013, 2017). Aunque ya no se beneficie en Rusia del apoyo absoluto que tenía en los tiempos de la Unión Soviética, el ajedrez sigue siendo uno de los deportes prioritarios para su Gobierno, y ese país se mantiene como el más poderoso del deporte mental. De ahí que el nombre de Péter Svídler (Leningrado, actual San Petersburgo, 1976) deba figurar con mayúsculas en la historia. Y no solo como jugador: es también uno de los mejores comentaristas en directo del mundo, y de los grandes maestros más cultos.

La partida que alfombra su entrada en El Rincón de los Inmortales (contra Michael Adams, Copa de Europa de 2000, en Neum, Bosnia) merece la etiqueta de obra maestra, de principio a fin. Las hostilidades empiezan tras la apertura, en el decimoquinto lance, y Svídler las gestiona con una precisión de computadora. Y luego las remata con brillantes sacrificios en cascada, culminados con un ataque mortal de necesidad.

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