Kárpov: el arte de no hacer nada

Cuando todo parece muy tranquilo, el ‘gélido Tolia’ combina estrategia finísima y táctica sublime

Leontxo García.Vídeo: EPV

Blancas: Ta1, Af1, Rg1, Td2, Cb3, Dg3, Af4; peones en a2, b2, c3, f2, g2 y h2.

Negras: Td8, Te8, Af8, Rg8, Cc6, Ae6, Df6; peones en a7, b7, c5, f7, g6 y h6.

Un par de meses después de su hazaña histórica en el torneo Ciudad de Linares 1994 (véase el vídeo de esta colección ‘Elegante destrozo de Kárpov’), el campeón del mundo oficial durante el cisma (el oficioso era Gari Kaspárov) estuvo a punto de lograr otro triunfo importante en Dos Hermanas (Sevilla), donde finalizó el 2º, a medio punto del israelí Borís Guélfand. Aunque ya tenía 43 años, parecía vivir una segunda juventud, incentivada por el deseo de cuestionar el mayoritario reconocimiento de Kaspárov como campeón “legítimo”.

Además del entusiasmo, Kárpov mantenía intacta su profundísima comprensión de la estrategia, que quizá no haya sido superada por otros campeones, aunque Vladímir Krámnik y Magnus Carlsen también brillan mucho en ese campo. Tal virtud se traduce a veces en el arte de no hacer nada (en apariencia) y rematar la faena con suma brillantez, como en la partida de este vídeo frente a un futuro campeón, el búlgaro Véselin Topálov, en el citado torneo de Dos Hermanas.

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