Los niños de los noventa

A los niños de los noventa se nos prometió que si estudiábamos tendríamos un trabajo digno y dinero para gastar en una casa o en un coche. Fuimos la última generación donde todavía se soñaba con formar una familia. La realidad nos aplasta, nos agobia. Somos la generación con más depresión y con más expectativas. Nuestros padres, a nuestra edad, habían conseguido muchas más cosas que nosotros, que no tenemos las mismas oportunidades. Y nos lo recuerdan siempre que pueden: somos los mileniales, los vagos. No somos los que hemos heredado una crisis económica, no somos nosotros los de los trabajos...

A los niños de los noventa se nos prometió que si estudiábamos tendríamos un trabajo digno y dinero para gastar en una casa o en un coche. Fuimos la última generación donde todavía se soñaba con formar una familia. La realidad nos aplasta, nos agobia. Somos la generación con más depresión y con más expectativas. Nuestros padres, a nuestra edad, habían conseguido muchas más cosas que nosotros, que no tenemos las mismas oportunidades. Y nos lo recuerdan siempre que pueden: somos los mileniales, los vagos. No somos los que hemos heredado una crisis económica, no somos nosotros los de los trabajos precarios incompatibles con una vida adulta de las de antes. Si no podemos mantenernos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a encargarnos nosotros de alguien? Si no fuera suficiente con intentar salvarnos a nosotros, también nos están dejando la responsabilidad de salvar el planeta.

Victoria Espinoza Pacahuala. Madrid