Cartas al director

Derecho a la privacidad

Para los que están obsesionados por mantener su privacidad se aproximan malos tiempos. La dificultad de poder pagar con efectivo aumentará la vulnerabilidad de los celosos de su intimidad, pues todas las compras quedarán reflejadas en la cuenta corriente. En cada paso que damos estamos sometidos a una férrea vigilancia por distintas cámaras tanto públicas como privadas. Nuestras búsquedas en la web quedan reflejadas y fácilmente se puede adivinar el perfil de cada individuo. Nuestros ordenadores y teléfonos móviles dan una información precisa de cada movimiento que hacemos. Aun así, no creo qu...

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Para los que están obsesionados por mantener su privacidad se aproximan malos tiempos. La dificultad de poder pagar con efectivo aumentará la vulnerabilidad de los celosos de su intimidad, pues todas las compras quedarán reflejadas en la cuenta corriente. En cada paso que damos estamos sometidos a una férrea vigilancia por distintas cámaras tanto públicas como privadas. Nuestras búsquedas en la web quedan reflejadas y fácilmente se puede adivinar el perfil de cada individuo. Nuestros ordenadores y teléfonos móviles dan una información precisa de cada movimiento que hacemos. Aun así, no creo que podamos llegar a evitar la delincuencia. Es increíble, pero solo ha sido necesario facilitarnos “gratuitamente” las herramientas, para que nosotros, sin pensarlo dos veces, rellenemos los cuestionarios en los que aceptamos perder nuestro derecho a la privacidad.

José Solano Martínez, Cartagena (Murcia).

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