Imágenes

Dicen que una imagen vale por mil palabras. Puede ser verdad, pero solo a medias. De lo contrario, su repetición debería hacer más efecto en las conciencias. Aylan, en 2015, y ahora Valeria son imágenes tremendas de una realidad que transmiten un profundo pesar. Que nos quieren mostrar con toda su crudeza el drama de las migraciones. La frontera mexicana con Estados Unidos ahora —antes y ahora el mar Mediterráneo— vuelve a ser noticia impactante a través del cuadro de una niña ahogada junto a su padre, en la orilla de un río, en la búsqueda de un sueño. Esa foto transmite las consecuencias de ...

Dicen que una imagen vale por mil palabras. Puede ser verdad, pero solo a medias. De lo contrario, su repetición debería hacer más efecto en las conciencias. Aylan, en 2015, y ahora Valeria son imágenes tremendas de una realidad que transmiten un profundo pesar. Que nos quieren mostrar con toda su crudeza el drama de las migraciones. La frontera mexicana con Estados Unidos ahora —antes y ahora el mar Mediterráneo— vuelve a ser noticia impactante a través del cuadro de una niña ahogada junto a su padre, en la orilla de un río, en la búsqueda de un sueño. Esa foto transmite las consecuencias de mentes que rebosan individualismo, egoísmo y nacionalismo. Que transmite ideas totalmente apartadas de una visión universal de la humanidad. Mientras tanto, nosotros vivimos en una burbuja multicolor llena de luces, privilegios, sueños realizables, vacaciones… Pero seguimos sin implicarnos de verdad en la resolución de un problema tan candente de nuestro tiempo. Y tan solo de vez en cuando lamentamos, pero nada más, comportamientos tan deleznables de dirigentes políticos que tienen esas funestas consecuencias.

Manolo Romasanta Touza. Sigüeiro (A Coruña).