Cartas al director

‘Mamá es casa’

Hace unos días fui a llevar a mi hija al cole. Llegamos pronto y sus amigas estaban jugando al pillapilla. Se unió a ellas. Al rato corrió hacía mí y me abrazó las piernas al grito de: “Mamá es casa”. En ese momento, el grupo de madres que estábamos en la puerta nos miramos a los ojos, sonreímos y comentamos cómo en tres palabras puede caber tanto.

Hoy lo escribo con motivo del Día de la Madre, pero en esta composición de palabras puede haber combinaciones interminables dependiendo del tipo de familia. Mamá puede ser papá, o tal vez abuela, o tío… en fin, eso es lo de menos. Pero esa p...

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Hace unos días fui a llevar a mi hija al cole. Llegamos pronto y sus amigas estaban jugando al pillapilla. Se unió a ellas. Al rato corrió hacía mí y me abrazó las piernas al grito de: “Mamá es casa”. En ese momento, el grupo de madres que estábamos en la puerta nos miramos a los ojos, sonreímos y comentamos cómo en tres palabras puede caber tanto.

Hoy lo escribo con motivo del Día de la Madre, pero en esta composición de palabras puede haber combinaciones interminables dependiendo del tipo de familia. Mamá puede ser papá, o tal vez abuela, o tío… en fin, eso es lo de menos. Pero esa persona referente para el niño, o la niña en este caso, siempre será “casa”. Tan solo quería compartir esta anécdota e invitar a su reflexión.

Cuidémonos, querámonos y no nos olvidemos de reír y disfrutar porque para nuestros hijos lo somos todo y algún día, cuando faltemos, tan solo les quedará nuestra imagen, su imagen de referencia. Intentemos salir sonriendo.

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Laura Tévar Martínez. Yecla (Murcia)

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