Macron tira la toalla
El presidente francés ha perdido la batalla contra los chalecos amarillos. Tras cuatro meses de protestas, la violencia ha vuelto a las calles de París y la policía se ve incapaz de controlar a los violentos. Una cosa es manifestarse para reivindicar unos derechos, lo cual es absolutamente legítimo, y otra bien distinta es sembrar el caos.
Los manifestantes, con su reivindicación de mejoras salariales y laborales, pierden toda la legitimidad con el uso de la violencia. La agenda política de un país no la pueden marcar nunca los violentos.
Patricio Simó. ...
El presidente francés ha perdido la batalla contra los chalecos amarillos. Tras cuatro meses de protestas, la violencia ha vuelto a las calles de París y la policía se ve incapaz de controlar a los violentos. Una cosa es manifestarse para reivindicar unos derechos, lo cual es absolutamente legítimo, y otra bien distinta es sembrar el caos.
Los manifestantes, con su reivindicación de mejoras salariales y laborales, pierden toda la legitimidad con el uso de la violencia. La agenda política de un país no la pueden marcar nunca los violentos.
Patricio Simó. Valencia