Así no podemos seguir
Bochorno, no cabe otra palabra ni otra sensación. Por un lado, la formación del gobierno andaluz con el apoyo de la ultraderecha ha envalentonado a los más nostálgicos de otro tiempo y lo quieren aprovechar para resucitar viejas políticas por fortuna olvidadas. Por otro, las protestas ciudadanas, orquestadas por la izquierda y no espontáneas como se nos vende, socavan la esencia de la democracia al no respetar lo votado. Lo triste es que las dos Españas que parecían reconciliadas se enfrentan con renovada virulencia. Y lo peor es que los líderes políticos no rebajan la tensión, sino que la fom...
Bochorno, no cabe otra palabra ni otra sensación. Por un lado, la formación del gobierno andaluz con el apoyo de la ultraderecha ha envalentonado a los más nostálgicos de otro tiempo y lo quieren aprovechar para resucitar viejas políticas por fortuna olvidadas. Por otro, las protestas ciudadanas, orquestadas por la izquierda y no espontáneas como se nos vende, socavan la esencia de la democracia al no respetar lo votado. Lo triste es que las dos Españas que parecían reconciliadas se enfrentan con renovada virulencia. Y lo peor es que los líderes políticos no rebajan la tensión, sino que la fomentan, y no lo digo solo por los extremistas. O damos un giro a la vida política o se avecinarán tiempos muy complicados que serán muy negativos.
Dionisio Rodríguez Castro
Villaviciosa de Odón (Madrid)