Cuestión de principios
Estos días anda el PP redefiniéndose tras la zozobra de la nave al pairo en medio de su propia tempestad. No faltan candidatos a comandar el barco a la deriva, ni grumetes dispuestos a formar parte de la tripulación, siempre al lado del líder. Todos y todas (como es de rigor decir de un tiempo a esta parte) prometen fidelidad a su identidad y un ajuste de los principios que les definen. Algunos de esos principios ya están claros, tal vez todos, con el liberalismo por delante y España en el mástil.
Y digo yo, es un decir, que tal vez les convendría dejar fuera de forma clara a todo el t...
Estos días anda el PP redefiniéndose tras la zozobra de la nave al pairo en medio de su propia tempestad. No faltan candidatos a comandar el barco a la deriva, ni grumetes dispuestos a formar parte de la tripulación, siempre al lado del líder. Todos y todas (como es de rigor decir de un tiempo a esta parte) prometen fidelidad a su identidad y un ajuste de los principios que les definen. Algunos de esos principios ya están claros, tal vez todos, con el liberalismo por delante y España en el mástil.
Y digo yo, es un decir, que tal vez les convendría dejar fuera de forma clara a todo el tropel de nostálgicos del franquismo que llenan las urnas de papeletas azules cada vez que hay que elegir algo. Si por ventura fuera así, realmente sí podrían autodenominarse un partido de centro derecha europeo y moderno. Mientras, sobra lo de centro.— Pedro Antonio Cano Martínez. Totana (Murcia).