Cartas al director

Custodia compartida

La custodia compartida es un derecho del menor y un deber de los padres. Sociedades de psicología, psiquiatría y pediatría —nacionales e internacionales— la recomiendan como el modelo de convivencia que menos distorsiona la estabilidad emocional del menor. La evidencia científica es abrumadora: los menores con custodia compartida presentan mayores índices de satisfacción y adaptación, mejor integración familiar, mayor bienestar y felicidad, menores problemas conductuales, mayor rendimiento académico, menor riesgo de abandono de los estudios y de abandono del hogar, y menor riesgo de consumo de...

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La custodia compartida es un derecho del menor y un deber de los padres. Sociedades de psicología, psiquiatría y pediatría —nacionales e internacionales— la recomiendan como el modelo de convivencia que menos distorsiona la estabilidad emocional del menor. La evidencia científica es abrumadora: los menores con custodia compartida presentan mayores índices de satisfacción y adaptación, mejor integración familiar, mayor bienestar y felicidad, menores problemas conductuales, mayor rendimiento académico, menor riesgo de abandono de los estudios y de abandono del hogar, y menor riesgo de consumo de sustancias tóxicas. La custodia compartida, incluso en divorcios altamente conflictivos, beneficia al menor y reduce la litigiosidad entre los excónyuges. Privar a un hijo de uno de sus progenitores es la peor forma de maltrato infantil; y no existe mayor acto de desprecio hacia los sentimientos de un hijo que negarle su derecho a una relación efectiva y equitativa con su padre o con su madre.— Vicente Pellicer García. Alcoy (Alicante).

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