Si yo fuera catalán...

Si fuera catalán me costaría mucho sentirme identificado con el vídeo que Òmnium Cultural ha publicado. Help Catalonia. Save Europe. Si fuera catalán, sin importar la tendencia política, me ruborizaría que se me utilizara, como un engranaje de una maquinaria, para dar una imagen tan dañina e irreal de lo que es Cataluña y de lo que allí se está viviendo. Si fuera catalán repudiaría que se me pusiera al nivel de países en los que niños y adultos mueren luchando por sus derechos más básicos, o huyendo de guerras y dictaduras. Países en los que los derechos humanos se pisotean constantem...

Si fuera catalán me costaría mucho sentirme identificado con el vídeo que Òmnium Cultural ha publicado. Help Catalonia. Save Europe. Si fuera catalán, sin importar la tendencia política, me ruborizaría que se me utilizara, como un engranaje de una maquinaria, para dar una imagen tan dañina e irreal de lo que es Cataluña y de lo que allí se está viviendo. Si fuera catalán repudiaría que se me pusiera al nivel de países en los que niños y adultos mueren luchando por sus derechos más básicos, o huyendo de guerras y dictaduras. Países en los que los derechos humanos se pisotean constantemente y la vida vale lo que diga el poderoso de turno. Si fuera catalán, este fin de semana durante el partido del Espanyol o del Barça, en la Cerdanya, en Sitges, o tomando unas copas con amigos en casa, pensaría en la gravedad y el insulto que representa este vídeo para mí.— Marcos Milani Andreu. Madrid.

Trabajo en un mercado municipal de Barcelona donde trato a diario a gente de diferentes culturas, gustos, ideas políticas, religiones, países, y de hasta de otros continentes. Nunca había sucedido lo de este octubre. El tema político parece ser la solución ante no saber de qué hablar. Y más que eso: todos parecen querer imponer su pensamiento y sus ideas sin saber lo que la otra persona opinará. Estamos viviendo frecuentemente discusiones entre clientas por diferencias políticas. También veo gente comprando la mitad de alimentos de lo que solía comprar, con miedo a que el futuro de Cataluña vaya a peor. Esperemos que sepan encontrar la solución y se restablezca la paz entre la ciudadanía, y que pronto el miedo desaparezca.— Natalia Blanco. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).