Turismo: el debate y las formas

Debo reconocer que me está gustando que este verano haya un gran debate social, como es el del turismo. Es una discusión clara y concreta sobre qué tipo de sociedad o de país queremos; en definitiva, lo que debería significar la política. Decimos turismo pero es también trabajo, urbanismo o modelo de ocio. Y es un debate que nos vincula a todos, pues somos a la vez turistas y ciudadanos que conviven con el turismo. Han surgido propuestas muy interesantes: moratoria hotelera en Barcelona (de esto, hasta se pueden sacar conclusiones), límite numérico a pisos de alquiler en Baleares o una propues...

Debo reconocer que me está gustando que este verano haya un gran debate social, como es el del turismo. Es una discusión clara y concreta sobre qué tipo de sociedad o de país queremos; en definitiva, lo que debería significar la política. Decimos turismo pero es también trabajo, urbanismo o modelo de ocio. Y es un debate que nos vincula a todos, pues somos a la vez turistas y ciudadanos que conviven con el turismo. Han surgido propuestas muy interesantes: moratoria hotelera en Barcelona (de esto, hasta se pueden sacar conclusiones), límite numérico a pisos de alquiler en Baleares o una propuesta de regulación municipal en San Sebastián. Y en estas vemos a grupos como Ernai o Arran con campañas de extorsión estivales, en una extraña obsesión por ser siempre los más militantes de los más militantes. Arguyen que son estos actos los que sitúan el foco sobre el turismo; una mera excusa. Lejos de contribuir a nada, estos hechos inaceptables lo único que hacen es desplazar la atención hacia ellos mismos y sus formas. Consiguen que el foco sea por ellos, sobre ellos y para ellos. Un protagonismo acaparador a costa del debate de todos; en esas andamos.— Ander Iturri Torrea. San Sebastián (Gipuzkoa).