Cartas al director

‘Sexy dolls’

En Barcelona se inaugura el primer sexy doll, y habrá quien se pregunte ¿y eso qué es? Pues es nada más y nada menos que un burdel de muñecas; según dicen, el primero en Europa. Allí puedes tener sexo “seguro” con Katy europea, Leiza africana, Lily Asiática y con Aki, un personaje de anime japonés, desde 120 euros la hora. ¿No es ya suficientemente denigrante la explotación sexual, en este caso de la mujer, en prostíbulos y calles, para que ahora sea reemplazada por muñecas de plástico supuestamente más higiénicas y, además, con ciertas características étnicas? Parece que no era sufic...

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En Barcelona se inaugura el primer sexy doll, y habrá quien se pregunte ¿y eso qué es? Pues es nada más y nada menos que un burdel de muñecas; según dicen, el primero en Europa. Allí puedes tener sexo “seguro” con Katy europea, Leiza africana, Lily Asiática y con Aki, un personaje de anime japonés, desde 120 euros la hora. ¿No es ya suficientemente denigrante la explotación sexual, en este caso de la mujer, en prostíbulos y calles, para que ahora sea reemplazada por muñecas de plástico supuestamente más higiénicas y, además, con ciertas características étnicas? Parece que no era suficiente con el abuso de la tecnología, este tipo de cosas son la prueba de que cada vez nos alejamos mas del mundo real, de la comunicación y de la convivencia.— Angie García. Barcelona.

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