La silla de ruedas que se mueve “por la cara”

Unos investigadores brasileños crean una silla que puede controlarse por medio de pequeños gestos del rostro o la cabeza

El creador de la silla, Paulo Gurgel, haciendo una demostración.

Girar a la derecha o a la izquierda con un simple movimiento del iris. Guiar con la boca o la lengua el camino. Unos investigadores de la Universidad Estatal de Campinas, en Sao Paulo, han fabricado un sistema de guiado para las sillas de ruedas pensado para las personas que han sufrido un ictus o tienen otra incapacidad que afecte a manos o brazos. 

El equipo empezó investigando hace cinco años las señales faciales que podían permitir la comunicación entre el cerebro y un aparato externo. Descubrieron que era posible usar las expresiones faciales de la persona incapacitada directamente, sin necesidad de implantarle un sensor en el rostro. "[El sistema] funciona con gran eficiencia y permite al usuario servirse de la silla en su día a día", afirma Paulo Gurgel Pinheiro, miembro del equipo que ha desarrollado la silla y fundador de la compañía que la pondrá en el mercado, Hoo-Box, en un plazo que calculan en unos dos años.   

El prototipo de la silla se ha basado en una silla motorizada estándar, pero los investigadores sustituyeron el joystick por una cámara 3D capaz de identificar 78 puntos faciales y un ordenador portátil que procesa las imágenes y envía las instrucciones a la silla. Así, unos sencillos movimientos de la boca, la nariz y los ojos se traducen en instrucciones como 'adelante', 'atrás', 'izquierda', 'derecha' o 'parar'. 

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