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Navidad para 'hipsters' (y para todos los demás) en Madrid

Ferias de libros independientes, bicicletas, reciclaje y un programa de conciertos dignos de Radio3. La tradición puede ser alternativa.

Cenas y brindis. Empachos y resacas. Villancicos atronando en los centros comerciales, riadas de gente en las calles. Y frío. No, la Navidad no invita a salir de casa y disfrutar de la ciudad. Con la oferta privada languideciendo y la pública con propuestas más rancias que un septiembre en Benidorm, la Navidad se suele presentar como un impasse, un erial cultural sin nada que ofrecer más allá de los lugares comunes de una España -en estas fechas más que nunca- de pandereta.

Maral Kekejian quiere cambiar esto. Esta joven se ha propuesto luchar contra la modorra natalicia en Madrid y saca...

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Cenas y brindis. Empachos y resacas. Villancicos atronando en los centros comerciales, riadas de gente en las calles. Y frío. No, la Navidad no invita a salir de casa y disfrutar de la ciudad. Con la oferta privada languideciendo y la pública con propuestas más rancias que un septiembre en Benidorm, la Navidad se suele presentar como un impasse, un erial cultural sin nada que ofrecer más allá de los lugares comunes de una España -en estas fechas más que nunca- de pandereta.

Maral Kekejian quiere cambiar esto. Esta joven se ha propuesto luchar contra la modorra natalicia en Madrid y sacar a los ciudadanos a la calle. Es la responsable de contenido cultural de estas fiestas en la capital, un soplo de aire fresco a unas tradiciones que parecían congeladas. En el peor de los sentidos.

Reciclaje, bicicletas, yincanas luminosas y ferias de libros independientes. Estos son algunos de los elementos que han ayudado a programar un calendario cultural que se basa en la tradición sin por ello renunciar a ser moderno. ¿Unas navidades para hipsters? Kekejian ríe ante la observación pero antes incluso de retomar el aliento adopta un tono severo y profesional. “No queremos identificarnos con ninguna etiqueta”, puntualiza, “son unas Navidades para todos”. Su respuesta, quizá un poco a la defensiva, se llena de significado al ojear la prensa local de los últimos meses. Carmena desaloja el belén del ayuntamiento de Madrid. El PP tilda de ocurrencia la idea de introducir reinas en las cabalgatas de la ciudad. Los titulares malintencionados han emponzoñado el inicio de este proyecto. Parece que, al menos en el Ayuntamiento, no van a tener la fiesta en paz.

Kekejian resta importancia a estas polémicas. “Hay muchas maneras de abordar lo popular”, reconoce. Opina que las críticas se habrían sucedido independientemente de las decisiones tomadas y esgrime que lo que ha vivido en estos pocos días de Navidad callejera vale más que un puñado de polémicas partidistas. Entrando en materia, describe su planteamiento como “ un giro”. “Pero es un giro sobre el mismo eje” puntualiza. Pero, ¿en qué consiste esta puesta al día de las tradiciones? Un vistazo al programa nos da una idea.

Los coros navideños se compaginan con actuaciones como 2Many Rafas (teloneros de Chimo Bayo que lo mismo te ponen una de las Grecas que un temazo de Daft Punk). La zambombada callejera se complementa con un concierto de Vashti Bunyan (que, como referente, diremos que ha colaborado con gente como Devendra Banhart o Animal Collective).

La música de esta Navidad es algo así como una fusión entre un disco de villancicos y un concierto del SOS. “Es que no estamos todo el día escuchando a Bach”, defiende Kekejian. “Escuchamos rock y pop y está dentro de la cultura popular, no tiene sentido que no se actualice”.

Una puntualización para los forofos del compositor alemán: Bach también tiene cabida en la programación navideña, sus canciones llenarán plazas e iglesias el 6 de enero. “Navidad para todos”, repite Kekejian casi como un mantra.

Más que música

El Palacio de Correos guarda en su interior un castillo. Mide 35 por 11 metros y es de un blanco inmaculado. Es el Whyte Bouncy Castle, una creación del prestigioso coreógrafo William Forsythe que reta a niños y mayores a ejecutar coreografías en el interior de este edificio hinchable.

Es quizá la más llamativa, pero no la única atracción que se ha instalado en el Ayuntamiento de Madrid. CentroCentro (el espacio expositivo del consistorio) acoge estos días un árbol de Navidad que se ilumina con la energía producida por la bicicletas en las que pedalean los asistentes. “Muchos de estos proyectos son semillas de cosas que esperamos que crezcan”, asegura Kekejian sin explicar mucho más esta metáfora.

Pero si hay un evento que ha despertado expectación este año es el de la cabalgata de los Reyes Magos. Es el que más noticias ha generado -por las polémicas que explicábamos más arriba- pero irónicamente del que menos se sabe. Y Kekejian quiere que siga siendo así. “Los Reyes Magos son magos”, comenta, en una afirmación que puede sonar obvia pero que promete un significado oculto. Este año parece que a Madrid van a traer sorpresa. Y hasta ahí podemos leer…

Navidad ilustrada

 Lo que quizá sorprenda menos es la importancia del diseño y la ilustración en esta campaña navideña. Los ilustradores (que tanto se volcaron con el actual equipo del Ayuntamiento cuando era solo una candidatura) tienen también un papel esencial en estas fiestas.

Nada de fotos de archivo con gorritos y sonrisas impostadas. Este año la imagen de la campaña municipal se ha dejado en manos de ocho ilustradores. Gente como Pedro Perles, Olga de Dios, Estudio Mamífero o Relajaelcoco han reinterpretado la figura del oso, símbolo de la ciudad, para darle una visión personal. Navideña, por supuesto, pero con un toque moderno. Después de todo, ¿quién dijo que las Navidades no pueden ser hipsters?

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