“Soy un disfrutón de la vida”

Sergio Dalma, cantante catalán que ha hecho a millones de parejas ‘Bailar pegados’, vuelve con otro disco de baladas que acercará a muchos, pero no parece que vaya a servirle con su hijo, con quien se trata en los juzgados

El cantante Sergio Dalma, el pasado miércoles en su discográfica.Luis Sevillano

Ates de ser Sergio Dalma, Josep Sergi Capdevila i Querol fue vocalista de orquestas y de anuncios de televisión. Desde hace ya más de 25 años, su voz "rota", su mirada, su sonrisa y (luego) sus canas, han acompañado las veladas románticas de muchas parejas. En 1991 fue a Roma, representando a España en Eurovisión, y puso a Bailar pegados a buena parte del continente. Tiene éxitos en español, italiano y catalán. Este 30 de octubre sale a la venta su nuevo disco, pero desde hace unas semanas suena en la Red el primer si...

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Ates de ser Sergio Dalma, Josep Sergi Capdevila i Querol fue vocalista de orquestas y de anuncios de televisión. Desde hace ya más de 25 años, su voz "rota", su mirada, su sonrisa y (luego) sus canas, han acompañado las veladas románticas de muchas parejas. En 1991 fue a Roma, representando a España en Eurovisión, y puso a Bailar pegados a buena parte del continente. Tiene éxitos en español, italiano y catalán. Este 30 de octubre sale a la venta su nuevo disco, pero desde hace unas semanas suena en la Red el primer single, Tú y yo. El baladista de Sabadell, de 51 años, habla con entusiasmo una mañana nublada en la sala de juntas de su discográfica, en Madrid.

Pregunta. ¿Hay alguno de sus conciertos en el que no cante Bailar pegados?

Repuesta. En 25 años de carrera hay un esqueleto fijo: Bailar pegados, Esa chica es mía, La vida empieza hoy, Galilea y Solo para ti. Estos cinco temas son imprescindibles. Son el soporte de mi carrera.

P. Una carrera que le debe a María del Monte.

R. Claro. Yo cantaba en orquestas y hacía cancioncillas de publicidad. Un día se nos ocurrió hacer unas maquetas para presentarlas a las compañías de discos. En aquella época ser solista era algo raro, porque lo que funcionaba eran los grupos. Y solo hubo una compañía nacional, pequeñita, que mostró interés. Estaba especializada en discos de flamenco y tenía dos discos de María del Monte en el número uno y gracias a eso había dinero para hacer el mío.

P. ¿Y cuándo cantará coplas en señal de agradecimiento?

R. No, nunca. Para esas cosas soy muy respetuoso.

P. Bueno, entonces podría cantar rumbas porque es catalán.

R. Sí, pero no sería auténtico.

P. Tiene pinta de ser muy formal. ¿Qué le saca de quicio?

R. Soy un tío muy loco también, ¿eh? Soy un disfrutón de la vida. Pero me saca de quicio que las cosas no se hagan bien. Y odio mucho la hipocresía en este trabajo.

P. ¿Cuál ha sido su mayor gamberrada?

R. Un día, con mi mejor amigo, en el instituto, en la clase de Ciencias, estábamos diseccionando una rata. Agarramos el bocadillo de un compañero, le quitamos lo de dentro y le metimos la rata. Menos mal que había la costumbre de abrir el bocadillo para ver de qué era y no te lo comías sin verlo. Gracias a eso él vio la rata... Pero yo también acepto las bromas.

P. ¿Dicen que duerme, o dormía, con un camisón de ovejitas?

R. Una vez pasé por delante de una tienda y había unos camisones unisex y compré uno y me lo puse para dormir durante un año y pico. Pero después ya no. Un día lo dije en la tele y luego, en cada firma de discos, venían las fans y me regalaban camisones de todo tipo.

P. ¿Cómo se tomó el hecho de que, el año pasado, su hijo hiciera pública la demanda que interpuso contra usted por "revelación de secretos" [alegó que, para no seguir dándole la pensión alimenticia, el cantante sustrajo sin el consentimiento de su hijo su contrato de trabajo para probar ante el juez que él ya tenía sus propios ingresos]?

R. Bueno… No me gusta. Mi vida privada es mía, a nadie le importa ni dejo que opine. Y para una situación como esa están los juzgados.

P. Pero no debe ser fácil que un padre tenga enfrentamientos legales con su hijo.

R. No es agradable, evidentemente. Pero si es necesario defenderse, se hace en los juzgados y no en otra palestra. Y para eso hay un equipo de abogados que se encarga y yo me dedico a lo mío, que es cantar.

P. Vive en Madrid desde hace 25 años. ¿Viaja con frecuencia a Cataluña?

R. Voy bastante porque ahí tengo a mis mejores amigos y a mi familia.

P. ¿En esas visitas percibe sentimientos independentistas?

R. En mi entorno, casi no. Pero yo soy partidario de que haya un referéndum y la gente se pronuncie. Porque sólo hablan los políticos y el pueblo todavía no.

P. Y si llegase ese referéndum, ¿usted qué votaría?

R. Votaría que no. Porque no entiendo a Cataluña fuera de España.

P. ¿Qué le cantaría a la actualidad española?

R. No le cantaría nada. Le pondría música clásica, que es lo que necesita en estos momentos. Algo que relajara e invitara al diálogo, que es lo que falta en este país.

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