El poder sin precio

Me siento orgullosa de mi solidaridad con todas las personas que se puedan beneficiar de los impuestos que pago al Estado español; no me importa su procedencia ni su lugar de residencia; solo quiero ayudar a las personas que más lo necesitan. Nos guste o no, vivimos en sociedad y tenemos muchos puntos en común. Además, juntos podemos más; podemos ayudarnos mutuamente. ¿Quién no tiene un familiar o un amigo en otra comunidad autónoma? Si supiéramos que esa persona necesita prestaciones sociales o sanitarias ¿no le ayudaríamos? Entonces, ¿por qué nos estamos enfrentando entre los ciudadanos de e...

Me siento orgullosa de mi solidaridad con todas las personas que se puedan beneficiar de los impuestos que pago al Estado español; no me importa su procedencia ni su lugar de residencia; solo quiero ayudar a las personas que más lo necesitan. Nos guste o no, vivimos en sociedad y tenemos muchos puntos en común. Además, juntos podemos más; podemos ayudarnos mutuamente. ¿Quién no tiene un familiar o un amigo en otra comunidad autónoma? Si supiéramos que esa persona necesita prestaciones sociales o sanitarias ¿no le ayudaríamos? Entonces, ¿por qué nos estamos enfrentando entre los ciudadanos de este país?, ¿por qué no queremos ayudarnos si nos necesitamos?, ¿cómo sabemos que no nos encontraremos algún día en esa situación y necesitaremos la ayuda de otros? Me siento manipulada por algunos políticos, por sus ansias de poder a cualquier precio. Y aunque algunos están fomentando la guerra entre comunidades, yo no la deseo porque en las guerras solo hay víctimas. Si no permitimos que estos políticos influyan en nuestra razón y en nuestro corazón tendremos una sociedad más humana y justa. Depende de nosotros.— Mª Carmen Torrente Serrano.