(Me lo paró) El taxi

Es destacable su triunfo cuando, curiosamente, casi nadie la canta bien

“Lo paró con una mano/lo paró que yo la vi”. Puede que esa sea la frase que más se repita en su cabeza desde hace unas semanas, puede que meses. En la mía lleva centrifugando desde febrero: en un viaje a República Dominicana, locales y extraños la bailaban día y noche, en las playas y en las discotecas. Es un hit incontestable. No es de extrañar dado el ritmillo, aunque no deja de resultar curioso. Contra todo pronóstico y pese a los esfuerzos de Ricky Martin, Marc Anthony o Enrique Iglesia...

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“Lo paró con una mano/lo paró que yo la vi”. Puede que esa sea la frase que más se repita en su cabeza desde hace unas semanas, puede que meses. En la mía lleva centrifugando desde febrero: en un viaje a República Dominicana, locales y extraños la bailaban día y noche, en las playas y en las discotecas. Es un hit incontestable. No es de extrañar dado el ritmillo, aunque no deja de resultar curioso. Contra todo pronóstico y pese a los esfuerzos de Ricky Martin, Marc Anthony o Enrique Iglesias con honrosísimos segundos puestos, el humilde El taxi de Pitbull, Osmani García y un (desconocido para los profanos) Sensato se ha convertido en la revolución del verano. No hay chiringuito, fiesta, boda y sarao sin El taxi. Y todo sin aparente mercadotecnia detrás, sin sonar en grandes radios o salir en televisión. Por sí misma, boca a boca, taxi a taxi, mec mec.

Es destacable su triunfo cuando, curiosamente, casi nadie la canta bien. Ni tiene idea de lo que significa. Nada que reseñar teniendo en cuenta antecedentes veraniegos como Aserejé o Dragostea din tei, ese exitazo rumano que todos cantamos como “numanumayei, numanumanumayei”. ¡Pero es que esta canción es en castellano! Y todos seguimos cantando “Yo yo yo me paré el taxi” y no la auténtica letra. Porque ¡sorpresa! no, no es esa. En realidad, en el estribillo hay que tararear “Cho cho chófer pare el taxi”. ¿Quién lo diría? Pues lo dicen ellos, Osmani, Pitbull y ese tal Sensato, y la pléyade de muchachas que aparecen contorneándose en el vídeo (si no lo han visto, ya van MUY tarde). Es una canción latina, reggaetonera, perreadora, y aquí las chicas, objetivamente, importan. Vamos, que importan como objetos. Para restregarse y sacar morritos. Aunque son también las protagonistas de la letra, ¿acaso no han oído que “ella hace vino”? Pues también mal. Bueno, técnicamente dice eso, pero lo que se escucha es un “ella hase vino”, que en realidad (dadas las risitas de fondo) se convertiría en “ella se vino”. Las connotaciones sexuales del asunto no se las voy a explicar yo, claro (vuelvan al “chochochofer” ¡Ajá!). Solo hay que trastear en foros y webs. Hasta ahí ha llegado El taxi. ¡Mec mec!

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