A mis críticos

Mi prioridad ahora es conseguir ganarme el afecto de esa masa informe y heterogénea

Joaquín Reyes y, a la derecha, Alfonso Lara en una imagen de la serie 'Anclados'.

Abandoné, para ver qué decían de mí en Internet, mi torre de marfil (normalmente vivo despreocupado, ajeno a las opiniones). Y en qué momento. Lo que me encontré ahí fue un maremágnum de críticas: que si me repetía más que el ajo, que si no tenía ni puñetera gracia, que me volviera para mi pueblo… En definitiva, muchas y muy variadas pero todas bastante expeditivas. Me quedé como a un conejo cuando le dan las largas y sentí algo parecido a lo que se experimenta en un cambio de rasante pero multiplicado por mil: Vértigo ¿cómo podía yo vivir así de feliz cuando tanta gente mostraba su disgusto c...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Abandoné, para ver qué decían de mí en Internet, mi torre de marfil (normalmente vivo despreocupado, ajeno a las opiniones). Y en qué momento. Lo que me encontré ahí fue un maremágnum de críticas: que si me repetía más que el ajo, que si no tenía ni puñetera gracia, que me volviera para mi pueblo… En definitiva, muchas y muy variadas pero todas bastante expeditivas. Me quedé como a un conejo cuando le dan las largas y sentí algo parecido a lo que se experimenta en un cambio de rasante pero multiplicado por mil: Vértigo ¿cómo podía yo vivir así de feliz cuando tanta gente mostraba su disgusto conmigo en la red de redes? Yo sonriendo complacido con mis ocurrencias, mirándome al espejo en mi confortable ignorancia, mientras una legión de almas sensibles estaban tristes y ofendidas. Fans de toda la vida a los que había decepcionado con mis últimos proyectos, espectadores furtivos que solo con verme un momento ya se habían formado una opinión totalmente desfavorable de mí y otros que incluso habían llegado a esa conclusión sin conocerme de nada. Lo que estaba claro es que a todas esas personas, que pudiendo cambiar de canal o parar el reproductor de vídeo o incluso mirar para otro lado no lo hicieron, les había proporcionado un mal rato. ¡Qué mal! Mi prioridad ahora, como no puede ser de otra forma, es conseguir ganarme el afecto de esa masa informe y heterogénea, por lo tanto, permitidme un alegato:

Críticos de las redes sociales a vosotros me dirijo. Primero de todo deciros que tenéis más razón que un santo: soy muy estomagante, siempre hago lo mismo, me creo más gracioso de lo que soy… etcétera. Mi corazón está lacerado de dolor porque en vez de una sonrisa os he provocado hastío y frustración. ¿Cómo podría compensaros? Es difícil, pero a partir de ahora me comprometo a pensar en vosotros todo el rato y no daré ni un solo paso profesional sin estar seguro de que no os voy a decepcionar one more time. Tened la certeza de que os amo con locura.

Pd: Si supiera donde vivís todos y cada uno de vosotros me personaría y os daría un abrazo y un beso de abuela.

Archivado En