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El trópico popular se baila así

Hoy La Casa Encendida de Madrid se convierte en un sonidero con ¡Bailen!, el encuentro de sistemas de sonido latinoamericanos

¡Bailen!, el encuentro de sistemas de sonidos latinoamericanos que este sábado tiene lugar en la Casa Encendida de Madrid, además de refrescante y muy oportuno por la machacona subida de temperaturas generalizada, es el último síntoma de la aparición irrevocable de una escena independiente que se lleva gestando desde hace 5 años en nuestro país. Cumbia digital, ritmos tropicales experimentales o soundsystems callejeros latinoamericanos como el mambo, chamamé, merengue, cumbia o regaeton son el material del que se sirve esta nueva escena para izar una bandera ...

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¡Bailen!, el encuentro de sistemas de sonidos latinoamericanos que este sábado tiene lugar en la Casa Encendida de Madrid, además de refrescante y muy oportuno por la machacona subida de temperaturas generalizada, es el último síntoma de la aparición irrevocable de una escena independiente que se lleva gestando desde hace 5 años en nuestro país. Cumbia digital, ritmos tropicales experimentales o soundsystems callejeros latinoamericanos como el mambo, chamamé, merengue, cumbia o regaeton son el material del que se sirve esta nueva escena para izar una bandera que le da alas al sudor: la capacidad del baile para crear comunidad.

¿Qué hace falta para denominar como escena a un conjunto de colectivos, webs, fiestas y referencias discográficas digitales que hablan de lo mismo desde diferentes puntos del mapa? Algo de casualidad fruto de la emergencia creativa, un aniversario, un recopilatorio, buena conexión a Internet, un par de artículos al respecto, que algún comisario joven te programe en la agenda del último centro de arte para el que colabora y que una institución como La Casa Encendida te incluya en su programación. La cumbia digital o experimentos sonoros tropicales marca con un tick todos los requisitos anteriores. En septiembre de 2010 nacían simultáneamente dos colectivos hermanos separados por Despeñaperros: el colectivo Chico-Trópico en Madrid y Caballito en Granada. La intención era y sigue siendo la misma, dar a conocer una tradición musical con fuertes raíces en la experiencia de lo común, con el baile como epicentro, y por fuera de las fauces de la hegemonía anglosajona que todo lo traga. Entorno a la cumbia y diferentes sonidos tropicales que tienen como propietarios a la gente que los baila, han venido desarrollando desde entonces un dispositivo de fiestas y encuentros con artistas del otro lado del océano y éste para subrayar una forma libre de majors de disfrute de ritmos tropicales pasados por la experiencia de Internet. Y ya solo hace que crecer.

“Al principio pasé por varios centros culturales tratando de convencer de que montar un festival sobre la nueva escena tropical en América Latina era interesante. En Casa de América les convenció el proyecto e hicimos allí dos ediciones, 2010 y 2011”, nos cuenta Sara Brito, mitad de Chico-Trópico y organizadora de ¡Bailen!. Así echó a andar una promoción imparable de encuentros bailongos que en 2012 juntó en Matadero Madrid a más de mil personas. “Hay otros colectivos como Guacamayo con los que también hemos hecho cosas. Arman fiestotas en Madrid periódicamente y promocionan bandas. Cada uno hace cosas diferentes de todas formas, eso le da riqueza a la escena. De grupos, Los Ganglios juegan con la cumbia de vez en cuando, de hecho están en nuestro primer LP. Desde luego Meneo lleva años agitando a las masas con sus shows acelerados. Ahora tiene un programa que conviene seguir, Latinator, en Radio 3 extra. Caballito, desde su netlabel, ha sacado multitud de referencias online de aquí y allá”, repasa Brito. Por cierto, un programa en Radio 3 sobre el tema también ayuda a crear escena, se nos pasó antes.

El recopilatorio que confirma la solidez de la escena y presenta respetos al pasado en formato vinilo llega publicado el 7 de julio por el sello Ayo Silver!, discográfica independiente donostiarra sorprendida de haber terminado por publicar lo que cabe dentro de Relación de riesgo, que así se llama. “Nuestro catálogo no debería ser el más natural para que acabara Chico-Trópico, no sería lo más ortodoxo porque nosotros venimos del rock´n´roll, del punk, del pop… Venimos de música más urbanita de países occidentales. Pero cuando descubrimos lo que hacía Chico-Trópico nos quedamos bastante alucinaos por su espíritu y entendimos que su misión era dar a conocer toda una escena, un universo de creación independiente underground pero que viene del trópico, de la cultura latinoamericana. Chico-Trópico representa la filosofía DIY que emana del punk donde tú haces las cosas como tú quieres y como tú las sientes. Nos sentimos muy orgullosos editando este LP porque pensamos que estamos formando parte de algo que va a trascender, o que ya está trascendiendo”. Y sí, Borja Martín Echeverría de Ayo Silver! razón lleva, Relación de riesgo es la primera referencia que se publica en España con los sistemas sonoros tropicales contemporáneos como tema y que recoge la andadura del colectivo Chico-Trópico y su colaboración con diferentes bandas durante estos cinco años como Dick El Demasiado (Holanda/Argentina), Los Pirañas (Colombia), La Gallera Social Club (Venezuela), Los Ganglios (España) o Los Síquicos Litoraleños (Argentina).

Este sábado desde ¡Bailen! en La Casa Encendida se aborda la singular manera de propagación del sudor y de las últimas novedades musicales caribeñas que tienen dos sistemas sonoros específicos de Latinoamérica y a los que mira directamente a los ojos esta escena: los picós colombianos y los sonideros mexicanos. Desde mediados del siglo pasado los picoteros y sonideros vienen animando las verbenas de los barrios desde sus sistemas de sonidos móviles funcionando como altavoces que difunden las novedades de la música tropical en zonas especialmente deprimidas donde no es tan extendido aquello de tener un equipo de música por cada casa para estar al tanto de los charts. Cuando llegan con su dispositivo móvil de altavoces y estética bien estridente empieza la fiesta. Lo fundamental es hacer bailar a la gente y crear comunidad, además de soltar la canción y animar a las batallas musicales es tradición que los picoteros y sonideros conozcan personalmente al público entregado que les declaran amor incondicional desde sus pies y les lancen saludos personalizados desde el micrófono, agreguen coros a las canciones e incluso mensajes entre tema y tema. Lo que para nosotros sería un dj pero con funciones de pregonero.

¡Bailen! es una actividad largamente deseada y planificada surgida de la fascinación que me produjo el movimiento sonidero cuando viví en México DF. Por fin, gracias a La Casa Encendida, hemos podido desarrollar este encuentro que es importante porque reivindica algo muy fundamental para nosotros: la cultura en la calle y la capacidad del baile para crear comunidad. Son dos movimientos con una riqueza cultural y social enorme, muy vinculados a los barrios, que va siendo hora de que dejen ser tan desconocidos en España”, recuerda Sara Brito. Además de la batalla musical que tendrá lugar entre el picotero Lucho el que sabe mucho y Sonido Pancho, el sábado se proyecta el documental picó La máquina musical del caribe de Roberto Zubiria y Sergio Zaraza y se presenta el fanzine Bailen en el que Chico-Trópico ha metido mano y donde entre otros se incluyen opiniones del musicólogo de la Escola Superior de música de Catalunya Rubén López Cano. “Estos sound systems han significado todo un revulsivo en la mediación de la música a todos los niveles: han promovido una particular apropiación de músicas diversas en distintos contextos, han colaborado en la generación de nuevos gustos locales, en la promoción alternativa de músicos, músicas y géneros; en la articulación de una nueva industria musical basada más en la experiencia y sus testigos que en la distribución de grabaciones. También han generado espacios de convivencia colectiva en sitios públicos destinados a otros usos con las bondades y problemas que ello implica y han proveído de una palestra social y jerarquizada, donde colectivos amplios de desposeídos pueden obtener prestigio público y orgullo personal por sus habilidades musicales y danzarías. En otras palabras, han realizado un trabajo intenso de reconstrucción de significado social por medio del guateque”. En palabras del musicólogo López Cano.

Lo fundamental para que a una escena se le siga llamando escena es que tenga testigos de su movimiento, muchos testigos. Así que si el sábado no sabes qué hacer con los grados de más que recorren tu cuerpo pidiendo guerra al mando del aire acondicionado ¡Bailen! es un lugar idílico para hacer con el sudor algo interesante y compartir la experiencia siendo testigo de esta nueva escena que gira entorno a mover primero un pie, luego el otro; que el movimiento siga su camino hacia la pierna y finalmente termine por inundar los brazos. Bailar, como declaración de amor.

GUÍA RÁPIDA PARA DIFERENCIAR ESTILOS

-La cumbia y el merengue entran dentro del gran saco de la música tropical y tienen raíces africanas, indígenas latinoamericanas y españolas.

-La cumbia surge en Colombia pero es uno de los ritmos más extendidos y con más mutaciones de norte a sur de América Latina: la cumbia colombiana, la cumbia sonidera, la cumbia villera y santafesina son algunas.

-El merengue surge en República Dominicana y tienen un tiempo mucho más acelerado que la cumbia. Johnny Ventura o Wilfredo Vargas son algunos de los intérpretes clásicos.

-El chamamé es típico del norte de Argentina y de Paraguay. Es música folklórica criolla, polirítmica y muy bella.

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