Cartas al director

Doble o nada

Leo en EL PAÍS del 7 de mayo que un diputado mexicano busca doble para actos, eventos y presentaciones de carácter más o menos cotidiano. La idea me resulta sorprendente, pero me temo que esa impresión se debe más a mi costumbre de empezar los diarios por la última página que a otra cosa.

En efecto, en la sección de Internacional veo una fotografía del primer ministro británico en campaña, ataviado con la indumentaria propia de un albañil para atraer votos a su causa. Se diría que es un doble de David Cameron. Si gana las elecciones, el auténtico aparecerá con el traje que le acerca más...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Leo en EL PAÍS del 7 de mayo que un diputado mexicano busca doble para actos, eventos y presentaciones de carácter más o menos cotidiano. La idea me resulta sorprendente, pero me temo que esa impresión se debe más a mi costumbre de empezar los diarios por la última página que a otra cosa.

En efecto, en la sección de Internacional veo una fotografía del primer ministro británico en campaña, ataviado con la indumentaria propia de un albañil para atraer votos a su causa. Se diría que es un doble de David Cameron. Si gana las elecciones, el auténtico aparecerá con el traje que le acerca más a los que mueven los negocios en la City.

Acto seguido pienso en las próximas elecciones que se celebrarán en España y me viene a la cabeza un incontable número de dobles de políticos que me prometen empleo, rebaja de impuestos, subida de pensiones, preservar sanidad y educación de recortes, etcétera. El efecto sorpresa pasó. Buena parte de los políticos ya utiliza doble, cuando menos en las campañas electorales. Y no les va tan mal.— Eduardo Garnica. 

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En