Partidos nuevos, candidatos nuevos
La reciente irrupción de partidos como Ciudadanos o Podemos en el panorama político de nuestro país ha sido recibido por gran parte de la población como un hecho necesario. En pocos meses estos partidos están haciendo un esfuerzo por encontrar candidatos para municipios y autonomías. La tentación de aceptar individuos que se han marchado (o han sido expulsados) de otros partidos es evidente. Entrar como militantes de base sería lo lógico. Aceptarlos como candidatos conducirá al desengaño de los votantes. En su periódico se citaba que en Ciudadanos se requerían al menos seis meses de militancia...
La reciente irrupción de partidos como Ciudadanos o Podemos en el panorama político de nuestro país ha sido recibido por gran parte de la población como un hecho necesario. En pocos meses estos partidos están haciendo un esfuerzo por encontrar candidatos para municipios y autonomías. La tentación de aceptar individuos que se han marchado (o han sido expulsados) de otros partidos es evidente. Entrar como militantes de base sería lo lógico. Aceptarlos como candidatos conducirá al desengaño de los votantes. En su periódico se citaba que en Ciudadanos se requerían al menos seis meses de militancia para ser candidato. Excelente principio. Sin embargo en el periódico Información de Alicante leíamos hace cuatro días que una concejal del municipio de El Campello que había dimitido dos semanas antes del PP había fichado por Ciudadanos y se presentaba como número dos por dicho partido. En esta aparente segunda transición necesitamos personas nuevas aunque su experiencia sea escasa. Por lo menos tendrán credibilidad. En la primera transición hace 40 años la experiencia de gobierno de la mayoría de los políticos entrantes era escasa o nula y las cosas se hicieron medianamente bien.— Rafael Marín Iranzo.