Cartas al director

El hombre necesario

Es posible que no hubiera mejor opción que él para minimizar parte de las turbulencias que vive el PSOE tanto en Madrid como en España. Ángel Gabilondo trae consigo un perfil atípico, una figura más intelectual que política. Sus inquietudes sintonizan con su personalidad. Ya sean propios o ajenos, todos coinciden en distinguirlo como alguien sereno, educado, inteligente y más bien tímido.

Su ya declarada mano tendida a otras opciones políticas confirma su actitud conciliadora, una forma de entender la política desde la conversación y no desde el monólogo. La voluntad de Gabilondo de ser...

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Es posible que no hubiera mejor opción que él para minimizar parte de las turbulencias que vive el PSOE tanto en Madrid como en España. Ángel Gabilondo trae consigo un perfil atípico, una figura más intelectual que política. Sus inquietudes sintonizan con su personalidad. Ya sean propios o ajenos, todos coinciden en distinguirlo como alguien sereno, educado, inteligente y más bien tímido.

Su ya declarada mano tendida a otras opciones políticas confirma su actitud conciliadora, una forma de entender la política desde la conversación y no desde el monólogo. La voluntad de Gabilondo de servir al ciudadano ha pesado más que las complicaciones que pueda encontrar por el camino. Seguramente, el PSOE le necesita más a él de lo que él necesita al partido.— David Soria Hernández.

 

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