Héroes ancianos

Soy una adicta a la contraportada del diario dominical, especialmente a las columnas de Manuel Vicent. Ácido, irónico, a veces crudo, como una en la que cuenta la historia de una tribu en la que, durante la celebración de una fiesta anual, encaraman a los más ancianos del poblado a la copa de un cocotero mientras los más jóvenes agitan con violencia el árbol y los ancianos caen al suelo como fruta madura, ¿Cruel, verdad? Los que no mueren, los rematan con pócimas y los que sobreviven quedan como héroes. Y pienso.....

Soy una adicta a la contraportada del diario dominical, especialmente a las columnas de Manuel Vicent. Ácido, irónico, a veces crudo, como una en la que cuenta la historia de una tribu en la que, durante la celebración de una fiesta anual, encaraman a los más ancianos del poblado a la copa de un cocotero mientras los más jóvenes agitan con violencia el árbol y los ancianos caen al suelo como fruta madura, ¿Cruel, verdad? Los que no mueren, los rematan con pócimas y los que sobreviven quedan como héroes. Y pienso.... Si el Gobierno se entera del método, es capaz de repoblar de cocoteros toda la geografía española y reclutar a todos los violentos a la base de los árboles para hacer lo que mejor saben. Así reducirán considerablemente el presupuesto de las pensiones. Pensarán que “el fin justifica los medios”. De cualquier forma, hay que ser un héroe en este país para sobrevivir con una pensión, sobre todo si hay que mantener a hijos y nietos. No de usted ideas, señor Vicent.— Rosa Mª Moreno Martinez.