UPyD se equivoca
En UPyD parecen haber olvidado el significado de sus propias siglas. No se percibe como muy cabal el hecho de que una formación que se llama Unión de nombre no se muestre predispuesta a entablar relaciones políticas con otros partidos de su misma línea ideológica para, sumando (uniendo), obtener Progreso para la sociedad en Democracia, una sociedad muy castigada por la crisis evidente del bipartidismo tradicional.
Rosa Díez se equivoca de camino si lo que pretende es ponerle puertas excesivamente partidistas a un campo socioelectoral español que está dando evidentes muestras de que dese...
En UPyD parecen haber olvidado el significado de sus propias siglas. No se percibe como muy cabal el hecho de que una formación que se llama Unión de nombre no se muestre predispuesta a entablar relaciones políticas con otros partidos de su misma línea ideológica para, sumando (uniendo), obtener Progreso para la sociedad en Democracia, una sociedad muy castigada por la crisis evidente del bipartidismo tradicional.
Rosa Díez se equivoca de camino si lo que pretende es ponerle puertas excesivamente partidistas a un campo socioelectoral español que está dando evidentes muestras de que desea un cambio de rumbo que rompa el bipartidismo del PSOE y del PP, del que la ciudadanía, sobre todo el sector más joven, ya está más que cansada por los malos Gobiernos y la corrupción de estos partidos. En UPyD no deben olvidar nunca que los grandes cambios políticos y sociales sólo se logran mediante el diálogo abierto y el espíritu de concordia entre partidos diversos, como sucedió en su momento, por ejemplo, en la Transición. Este es el peor momento para que UPyD se muestre como un partido enquistado en sí mismo que sólo se mira a su ombligo estructural y electoral. Si sigue así, el vendaval del cambio socioelectoral que se avecina se lo llevará por delante.— Antonio López Lacasta.