Cartas al director

Con las banderas en los balcones

Ha bastado que España pierda un partido con la selección subcampeona del mundo (Holanda) para que hayan aflorado nuestros irrefrenables deseos de disfrutar con el sufrimiento. De repente, se ha olvidado que es la misma selección que ha ganado dos campeonatos de Europa y uno del mundo en los últimos seis años. Ya no valen para nada estos jugadores, ni por supuesto su entrenador —no quiero ni imaginar lo que tendrán que escuchar si no logran clasificarse para la siguiente fase—. No obstante, y en la misma tradición española acuñada durante siglos, si por casualidad —nunca sería por su buen juego...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ha bastado que España pierda un partido con la selección subcampeona del mundo (Holanda) para que hayan aflorado nuestros irrefrenables deseos de disfrutar con el sufrimiento. De repente, se ha olvidado que es la misma selección que ha ganado dos campeonatos de Europa y uno del mundo en los últimos seis años. Ya no valen para nada estos jugadores, ni por supuesto su entrenador —no quiero ni imaginar lo que tendrán que escuchar si no logran clasificarse para la siguiente fase—. No obstante, y en la misma tradición española acuñada durante siglos, si por casualidad —nunca sería por su buen juego y/o esfuerzo— lograran llegar a la fase final, esos mismos buitres que hoy están dispuestos a comérselos crudos se romperán las manos aplaudiendo, coreando sus nombres y portando banderitas. Es triste, pero es lo que hay.— Tomás Díez. Sevilla

Ana Botella e Ignacio González han pedido a los españoles mostrar su entusiasmo el día de la proclamación del nuevo Rey sacando las banderas nacionales a los balcones y como distintivo en todas sus propiedades. Me pregunto si las personas que tienen ahora la bandera de España con motivo del Mundial de Fútbol ondeando en sus alrededores se sentirán doblemente monárquicos en ese día o si, por el contrario, optarán por retirarla nada más termine el partido contra Chile el día anterior al real evento.— Lola Pereira. Buenavista, Salamanca.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En