Cartas al director

Cambio de estrategia

Tras asistir una vez más a la manifestación por el 1 de Mayo, no he podido resistir la tentación de denunciar a través de este medio la decepción que me llevo cada vez que acudo tanto a esta como a casi todas a las que acudo en mi ciudad, ya que prácticamente somos siempre los mismos los que acudimos y denunciamos la traumática situación en la que nos encontramos. Curiosamente, muchos de los que allí nos encontramos o bien trabajamos o están ya jubilados, cuando los miles de desempleados en una provincia con el 41% de paro deberían ser los primeros que estuviesen reivindicando su situación....

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Tras asistir una vez más a la manifestación por el 1 de Mayo, no he podido resistir la tentación de denunciar a través de este medio la decepción que me llevo cada vez que acudo tanto a esta como a casi todas a las que acudo en mi ciudad, ya que prácticamente somos siempre los mismos los que acudimos y denunciamos la traumática situación en la que nos encontramos. Curiosamente, muchos de los que allí nos encontramos o bien trabajamos o están ya jubilados, cuando los miles de desempleados en una provincia con el 41% de paro deberían ser los primeros que estuviesen reivindicando su situación.

Aun comprendiendo la falta de perspectivas actuales y la desazón por la falta de empleo, la manifestación es una herramienta que debería usarse aún más si cabe en los tiempos que corren. Eso sí, y valga como crítica a los organizadores, debemos de echarle más imaginación para hacerla más atractiva, sobre todo para los jóvenes que no han vivido otros tiempos más complicados y con falta de libertades.— Andrés Marente Cebada.

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