Cartas al director

Los colores del arco iris

Si descompusiéramos el conflicto palestino-israelí en sus colores primarios, tal que si fuera una gota de agua alcanzada por un rayo de sol, quedarían al descubierto infinidad de opiniones. Que si el conflicto es una causa perdida, que la solución es un único Estado multicultural, que el dilema terminaría con la creación de dos Estados... ¿Con qué color del arco iris se quedarían?

Durante todo el conflicto, todos han ido sucediéndose, uno tras otro, sin dejar huella, imitando al arco iris. O, ¿quizás sean nuestras pisadas desmedidas, caóticas y frenéticas, las que han borrado las huella...

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Si descompusiéramos el conflicto palestino-israelí en sus colores primarios, tal que si fuera una gota de agua alcanzada por un rayo de sol, quedarían al descubierto infinidad de opiniones. Que si el conflicto es una causa perdida, que la solución es un único Estado multicultural, que el dilema terminaría con la creación de dos Estados... ¿Con qué color del arco iris se quedarían?

Durante todo el conflicto, todos han ido sucediéndose, uno tras otro, sin dejar huella, imitando al arco iris. O, ¿quizás sean nuestras pisadas desmedidas, caóticas y frenéticas, las que han borrado las huellas? ¿Acaso no aprendimos de Machado que el caminante hace el camino al andar? ¿Por qué nos obcecamos en imponerles el camino a seguir?

El pueblo palestino y el israelí están compuestos por muchas voces más allá de los ya repetitivos discursos de Netanyahu, Abbas y Kerry. ¡Escuchémoslas! ¡Vislumbremos el arco iris en su totalidad! Ya en su época dijo Camus que “cada vez que un hombre en el mundo es encadenado, nosotros estamos encadenados a él”. No silenciemos nuestras voces.— Roberto Muelas Lobato.

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