Cartas al director

A todo tren, pero sin rumbo cierto

Imaginen una aeronave volando a 30.000 pies, repleta de pasajeros y pilotada por un chimpancé con gorra de piloto. Imaginen un tren circulando a alta velocidad con todos sus vagones atestados de gente y guiado por un inexperto escogido al azar entre los viajeros. Ahora imaginen el destino que les espera a tan confiados e imprudentes pasajeros, entretenidos como andan con los aconteceres de sus vidas.

¿Ya lo tienen visualizado? Pues bien, así es como avanza el mundo en que vivimos. Es decir, a todo tren, pero sin rumbo cierto. A velocidad de crucero, pero a tontas y a locas. Así es como ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Imaginen una aeronave volando a 30.000 pies, repleta de pasajeros y pilotada por un chimpancé con gorra de piloto. Imaginen un tren circulando a alta velocidad con todos sus vagones atestados de gente y guiado por un inexperto escogido al azar entre los viajeros. Ahora imaginen el destino que les espera a tan confiados e imprudentes pasajeros, entretenidos como andan con los aconteceres de sus vidas.

¿Ya lo tienen visualizado? Pues bien, así es como avanza el mundo en que vivimos. Es decir, a todo tren, pero sin rumbo cierto. A velocidad de crucero, pero a tontas y a locas. Así es como se conduce esta especie que algunos señalan como inteligente y trascendental. Así es como se conduce este rebaño que bala y pasta sin levantar la cabeza para otear el horizonte. Así se conduce esta vana, estulta y necia especie capaz de precipitarse por sí sola al abismo. Así nos conducen estos pastores mediocres y miopes con poco cerebro y menos luces.— Pedro Serrano Martínez.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En