Mal humor
El humor es un arte difícil porque tiene frontera con el mal gusto, con la incorrección e incluso con la estupidez. Resulta muy difícil hacer humor sin adentrarse en estos territorios. Me temo que eso es exactamente lo que les ha sucedido a los humoristas de Canal+ Francia cuando sugieren en sus chascarrillos que los deportistas españoles se dopan. España está viviendo en los últimos años una maravillosa generación de deportistas de toda clase: Nadal, Gasol, Casillas, Induráin… capaces de elevar el espíritu del deporte, entendido como la sana competición del atleta consigo mismo, tratando de m...
El humor es un arte difícil porque tiene frontera con el mal gusto, con la incorrección e incluso con la estupidez. Resulta muy difícil hacer humor sin adentrarse en estos territorios. Me temo que eso es exactamente lo que les ha sucedido a los humoristas de Canal+ Francia cuando sugieren en sus chascarrillos que los deportistas españoles se dopan. España está viviendo en los últimos años una maravillosa generación de deportistas de toda clase: Nadal, Gasol, Casillas, Induráin… capaces de elevar el espíritu del deporte, entendido como la sana competición del atleta consigo mismo, tratando de mejorar cada día. Por eso cuando varios deportistas de estos se juntan, los éxitos están garantizados tanto individual como colectivamente. No hace mucho vi un grupo de fantásticos deportistas dar lo mejor de sí mismos y convertirse en campeones del mundo de fútbol. Y no me refiero a los Xavi, Iniesta y compañía, sino a los Zidane, Barthez, Thuram, Djorkaeff… que vencieron por 3-0 a una excelente selección brasileña en la mítica final de 1998. Nunca nadie cuestionó —ni en serio ni en broma— la limpieza de aquellos profesionales que tanta felicidad llevaron a Francia. El mundo entero supo reconocer el talento de aquel grupo y su meritoria victoria. Ese talento es el que deberían tener los humoristas de Canal+ Francia para dejarse de envidias y revanchas y hacer humor de calidad. Porque aunque no lo crean, se puede ser muy gracioso sin criticar ni ofender a nadie.— Pablo González Caballero.